Episodio 49. Ayuno intermitente. Rendimiento, composición corporal, envejecimiento y cáncer.

CorrerPorSenderos | El podcast de trail-running - Un pódcast de HectorGarciaRodicio

Amanece. Comienza el día. Te pones en movimiento. Haces lo que tienes que hacer en tu jornada; ya sabes, trabajar, entrenar, tareas domésticas, familiares y de gestión. Y, en algún momento, en medio de todo eso, también comes. Quitando esos momentos concretos de alimentación, cuando no estás comiendo ni digiriendo lo comido, haces ayunos. No nos debería sorprender, pues, el concepto de “ayuno intermitente”, ni debería suscitar tanta atracción o aversión como suscita, porque, en realidad, todo el mundo hace ayuno intermitente todos los días. Y es que no comemos cada 2 horas e, incluso si hubiera alguien por ahí que hace tal cosa, no creo que mantenga ese ritmo de ingesta también durante las horas de sueño. Es decir, hasta la persona más glotona, que puedas imaginar, hace ayunos nocturnos a diario de, mínimo, 8 o 10 horas. Tampoco es raro alguien que cene a las 20h de la tarde y desayune a las 8h de la mañana del día siguiente, lo que supone una ventana de ayuno de 12 horas. Si, además, te saltases ese desayuno, porque te levantas sin hambre, y esperases a media mañana para tomar una pieza de fruta, yogur, fiambre o frutos secos, algo tampoco en absoluto extraño, el intervalo de ayuno se alarga ya a las 16 horas. Y, por último, algo tampoco nada raro: si practicas el Islam, uno de sus cinco pilares es el Ramadán, por el cual se hacen ayunos diarios de hasta 18 horas durante un mes cada año. En fin, todo el mundo practicamos ayuno intermitente todos los días o, cuando menos, todas las noches. Entonces, si ya hago ayuno intermitente, ¿merece la pena gastar un rato en aprender más sobre él? Estoy convencido de que sí, puesto que, manejándolo de ciertas formas, puedes sacarle mayor partido y, así, ganar en rendimiento y salud. Es por ello que le vamos a dedicar un episodio en exclusiva. Y es que, quizás no sepas que, un uso estratégico del ayuno puede, efectivamente, ayudarnos en nuestro rendimiento, nuestra composición corporal, la longevidad de nuestras células y tejidos y hasta en la prevención y tratamiento del cáncer. Así pues, en el episodio de hoy, vamos a ver (1) qué beneficios puede tener entrenar en ayunas en deporte de resistencia, (2) si eso ayuda o no a perder grasa corporal y (3) qué beneficios puede tener hacer ayunos más o menos largos para la longevidad y para combatir el cáncer. Antes de abordar dichos apartados, tendremos que dedicar uno previo a definir qué es exactamente el ayuno. Y antes de meternos de lleno en estos contenidos fascinantes, debo hacer mención a algunas de las fuentes que empleado en su elaboración. Una fuente fundamental ha sido el website y el podcast “Fitness Revolucionario” de Marcos Vázquez, incluyendo sus entrevistas a Fernando Mata, Ismael Galancho, Ana María Cuervo y Valter Longo. La revisión de estudios, publicada en 2020 en la Journal of Sports Medicine, y titulada “Exercise Training and Fasting”, ha sido otro recurso importante. Hechas las menciones de rigor, sin más dilación, vamos al turrón. Sígueme en https://www.instagram.com/correrporsenderos/