Pepe Sancho en las Grandes Biografías de Zafarrancho Vilima

Zafarrancho Vilima - Un pódcast de Zafarrancho Vilima

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Hoy le dedicaremos este pequeño pero intenso espacio a José Asunción Martínez, más conocido en los casinos como Pepe Sancho. El pequeño Pepe nació el 11 de noviembre de 1944 en Manises, un pueblecito de Valencia donde se pasaba más hambre que el día de antes de una colonoscopia. Como su familia era muy humilde, el pequeño Pepe tenía que madrugar mucho antes de ir al colegio para vender los churros que freía su madre en un bidón al que le cambiaba el aceite cuando los churros olían a cazón en adobo, todo muy controlado por Sanidad y Rubén Sánchez. Su carrera laboral empezó en la carnicería de su pueblo “Pon más canny”, pero a los 18 años se fue a Madrid porque él no quería ser del montón, el quería ser como Jeffrey Dahmer. Pero su aventura en Madrid no empezó bien porque en 1962 no tuvo mejor idea que la de robarle el coche al padre de su novia menor de edad pa enseñarle los ríos de España; En los 6 meses que estuvo en la cárcel le enseñaron inglés, que no se roba el coche al pare de tu novia y los ríos de España. Después del susto se puso a trabajar: vendió libros de geografía, trabajó de camarero, haciendo publicidad, pero su mare le decía que no tenía ella el brazo como Rafa Nadal de freí churros pa que acabara en la Puerta del Sol con un cartel de “Compro Oro”. Así que Pepe se metió en la Asociación de Vecinos para hacer de niño Jesú en el Belén viviente y acabó en TVE encarnando “El Estudiante” en la serie “Curro Jiménez”. Se hizo tan famoso que no podía entrar ni en Simago. Borracho de fama y de sol y sombra compró a mediados de los 70 el teatro Alfil de Madrid, que le dio más disgustos que Iberdrola, pero que no afectó a su amor por el teatro. En esta época tuvo una relación con la ex-azafata del 1,2,3, Pilar Pérez Sanabria, con quien tuvo un hijo en 1973, pero el pobre no se enteró hasta el 2012 y porque se lo dijo un juez. En 1980 se casó con María Jiménez, se casó con María Jiménez y se casó con María Jiménez hasta que María Jiménez dijo en el 2000 que ya no se casaba más porque, por lo visto, a Pepe se le iba más la mano que a Albano. Pepe alternaba el teatro con el cine, trabajando con grandes directores de los que siempre habló muy bien menos de Almodóvar, porque a Pepe le daba coraje que no lo llamara. Cuando Almodóvar lo llamó en 1997 para trabajar en “Carne Trémula”, Pepe dijo que en verdá Pedro era güena gente y que él era más falso que un chándal Adimas. Por esa película ganó un Goya y dio un discurso de agradecimiento que parecía el convenio de divorcio de Brad Pitt y Angelina Jolie. A partir de entonces su objetivo fue ser como Robert de Niro, que su voz y su figura aparecen primero y luego aparece el personaje porque Pepe no era vanidoso ni mucho menos, él era mu humilde, que se compraba todos los meses el bonotransporte y el desodorante Deliplus. En esta época ya tenía la cara de tu tío, el separao, que es el que te da el primer cigarro y te invita a tu primer cubata en una peña que la única mesa que no tiene pringue es en la que se juega al dominó y que te pide algo suelto pa la tragaperras. De hecho, Juan Luis Galiardo, que pidió que lo vetaran en los casinos, le robó a Pepe un día el DNI para poder entrar en el casino de Marbella porque tenía mono. El director del Casino le dijo que no le podía dejar entrar porque él no era Pepe Sancho y porque Pepe Sancho tenía prohibida la entrada en todos los casinos de España. En el 2001 pudimos verle interpretando al facha de Don Pablo en “Cuéntame” y en muchos programas y revistas del corazón, que decía que eran una mierda, pero lo decía flojito, que si no no le pagaban y a Pepe le gustaba más un duro que una boda. La prensa empezó a perseguirlo, hasta que en el aeropuerto nos dejó una de las frases más célebres de nuestra literatura: ¡A MAMARLA! En 2016 se casó con la periodista Reyes Monforte, porque si llegaba a las 6 bodas le devolvían la fianza de los 20€. Desgraciadamente, un bichito le dio un bocaito en el pulmón y Pepe nos dejaba el 3 de marzo de 2013 a los 68 años y dejando a la gente con la entrada comprá de su última obra que no pudo estrenar, aunque ustedes siempre podrán recordarlo cuando les llegue una factura de Iberdrola o alguien falle una pregunta en las Vilimadas.