Kirk Douglas en las Grandes Biografías de Zafarrancho Vilima

Zafarrancho Vilima - Un pódcast de Zafarrancho Vilima

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Hoy recordaremos al inolvidable Issur Danielovitch, más conocido como Kirk “Duglas” el padre de Michael “Daglas”. El pequeño Issur nació en Ámsterdam, pero no en el nuestro, en el de Nueva Yó, donde había emigrado el hermano de su padre y ya había cambiado el apellido de la familia a Demsky, en un intento regulero de parecer menos ruso. Era hijo de Bryna y Herschel, comerciantes de caballos judíos procedentes de Chovusky, que es donde hacen el alioli del Mercadona de allí, en el antiguo Imperio Ruso y que ahora es el sitio preferido de Kike, Bielorrusia. Al emigrar, su padre se vio obligado a convertirse en ditero, pero eso no le daba para mantener a 6 hijas y al pequeño Issur de 5 años, así que pa ahorrarle a la mujé el peusek, bajó un momentito al almacén y todavía está esperando que salgan las pulguitas del horno. Nuestro pequeño protagonista tuvo que trabajar mientras iba a la escuela de lo que trabajaban todos los niños americanos en blanco y negro, repartiendo periódicos con una boina roía comiíta mierda. Su primer contacto con el mundo de la actuación fue cuando tuvo que dar las gracias por un bocadillo de tortilla de papa SIN CEBOLLA. Luego en el instituto se unió al equipo de oratoria y debate que es el futbito de ellos. Cuando terminó el BUP a los 17 quiso matricularse en la Universidad, pero como no le llegaba ni pa un menú de la cafetería, fue directamente a hablar con el decano, que es como los bielorrusos arreglan las cosas. POR LO QUE SEA fue admitido a cambio de trabajar de ordenanza en el campus, como los del ayuntamiento, pero con cosas que hacer. Issur se graduó en 1939 en “Filosofía y Letras” y durante esos años estuvo en el equipo de lucha libre, que le sirvió de mucho porque las películas de peleas de antes eran mucho de echá el brazo mu pa´trá pa dá una piña y revolcarse por el suelo pa llenarse de polvo. Ya en esta época tenía un hoyo de golf en la barbilla y los ojos como dos huevos duros. Con esa cara que tenía consiguió una beca en la Academia Norteamericana de Arte Dramático de Nueva York, que tú aquí te apuntas a teatro y coincides con el cuñao jartible de tu vecino, pero en Nueva York coincides con Lauren Bacall. En 1941 debutó en Broadway disfrazao de Mufasa, pero en el 42 lo llamarón pa hacer la mili en Camposoto. Luego lo mandaron al Pacífico, cuando allí ya había pasao tó lo gordo y en el 43 lo mandaron pa casa, vamos, que Kirk pasó por la IIWW como el que pisa por el laíto cuando tu madre acaba de fregá el corredor. Sí, Kirk, porque ahora ya era oficialmente el teniente Kirk Duglas. Y estando en casa de una amiga viendo la SuperPop vio a la modelo Diana Dill, que ya la conocía porque también había coincidido con ella en el taller de teatro del AMPA. Se casarían el 2 de noviembre de 1943 y tendrían dos hijos: Michael Daglas y Joel, que es el que se parece a la madre. Kirk tenía 27 años, yo a los 27 me hice una foto con Gurruchaga. En 1949 rechazó una película con Ava Gardner y Gregory Peck porque prefirió interpretar a un boxeador en “El ídolo de barro”. ¿Po sabe tú que lo nominaron al Oscar como mejor actor? Y es que Daglas pudo demostrar ahí su temperamental carácter. Tener el carácter de Paco Umbral y sus ideas podemitas bolivarianas le hicieron perder más contactos que a Pablo Casado, aunque lo compensaba con su gran talento. Duglas, no Pablo Casado. En 1951 Diana le pide el divorcio porque Kirk no se saltaba un rocetón ni con las que salían de extras. Ya divorciado se compró una bici en el Decathlon y se apuntó al gimnasio hasta que el 29 de mayo de 1954 se casó con una agente de prensa con la que tuvo otros dos churritas, Peter y Eric, que parece Chimo Bayo de resaca. Y ahí siguió er nota haciendo películas y siendo nominado a premios que siempre se los daban a otros porque Kirk era el Murakami de Hollywood, que ya daba penita y en 1996, cuando tenía 80 años, le dieron el Oscar honorífico por si acaso, pero Kirk era como Rasputín, sobrevivió a un accidente de helicóptero, una trombosis y una apoplejía, a lo que no sobrevivió fue a la vejez y Kirk Duglas nos dejaba el 5 de febrero de 2020 a los 106 años de edad, aunque ustedes siempre podrán recordarlo cada vez que le pongan una tortilla de papa sin cebolla o pisen por el laíto de lo fregao.