Cristina La Veneno en Grandes Biografías de Zafarrancho Vilima

Zafarrancho Vilima - Un pódcast de Zafarrancho Vilima

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Hoy vamos a mirar atrás para recordar a Cristina Ortiz Rodríguez, La Veneno. ¡DIGO! La pequeña Cristina nació en Adra, el 19 de marzo de 1964 y aunque la bautizaron como Joselito, ella desde mu chiquitita sabía que acabaría subyugada al horror de la depilación. Cristina en su casa lo pasó más malamente que un paracaidista el 12 de octubre y es que su madre les tenía coraje a ella y a su hermana mayor porque se parecían a su padre, con el que se casó porque su abuelo no le dejó casarse con el novio del que ella estaba enamorá porque era más feo que el codo de otro. Desde muy jovencita cosía pa la calle, demostrando grandes dotes para la moda y el diseño de ropa. También estudió peluquería en Granada y cómo hablar diciendo 6 tacos de cada 5 palabras. Ya en esta época era más escandalosa que una campana extractora y te insultaba como un hincha de fútbol argentino con el síndrome de Tourette. De gran atractivo físico, ganó con 26 años, en 1990 antes de su transición, el título de Míster Andalucía. Y ese mismo año empezó a vestirse de mujer como Superman, escondía pero regulá, porque luego actuaba como Vedette en un show nocturno. Un año después, en 1991, se mudó a Madrid y hace su primera aparición televisiva, aún como Joselito, en el programa de Telecinco “Vivan los novios”. Ganó un viaje a Tailandia con una muchacha que la 1ª noche de hotel se quedó como Carmen Polo... Dor-mi-da. En el 92, cuando regresó de ese viaje fue cuando comenzó su transición. Ejerció el uso comprado de su cuerpo hasta que en 1996, una reportera de “Esta Noche Cruzamos El Mississippi” de Telecinco nos descubrió a España entera a Cristina, La Veneno, que se lo puso su amiga Paca, La Piraña un día que la vio discutiendo con un novio al que lo más bonito que le dijo fue “asesino de cocretas”. Sin dudarlo, Pepe Navarro la contrató e incluso se la llevó al año siguiente cuando fichó por Antena 3 para “La Sonrisa del Pelícano”. La Veneno aumentó la audiencia del programa en 8 millones de espectadores, que es una mihita más de los que ven “El día del Señor” en La2 En esta época ya tenía la cara entre Alicia Koplowitz y Aramís Fuster y un cuerpazo de 1’75 cm que paseaba por aquí, por Madriz. Se hizo cantante, Showwoman y modelo. Al acabar el programa de Pepe Navarro se fue a Buenos Aires, donde duró menos que el precio del Kw/h. Al regresar a España hubo un proyecto de llevar su vida al cine con ella de protagonista que no se materializó, así que hizo dos película de pelo pa quitarse el gusanillo. Bueno, no, el gusanillo no se lo quitó, pero porque no le salió del co…RAZÓN. Pasó por prisión 2 veces, pero la segunda fue porque se equivocaron y para evitar que se fugara mientras llegaba el juicio la metieron con Urdangarín, no se fuera a escapar para rodar una película en inglés con Stallone. En 2006 regresa a los medios con 41 años, 122 kilos y la dicción como Fraga con 2 soberanos antes de desayunar. En 2010 un programa le propuso el reto de dejar las empanadas de pollo y champiñones del Mercadona y Cristina logró adelgazar 35 kilos. En 2007 anunció la salida de su libro: “¡Digo! Ni puta, ni santa”, pero se adelantó un poquito, porque el libró no vería la luz hasta 9 años después, en 2016. En el libro contaba lo que yo os he contao por encima, pero con más tacos y con muchos de los escarceos que había tenido con gente muy poderosa, que ahí hay más iniciales que en los papeles de Bárcenas. A Cristina un novio también se le hizo el muerto en 2013 y se llevó 10 milloncitos de pesetas que tenía la muchacha ahorraos en una caja de galletas de Gibraltar. Un mes después de la publicación de su biografía, el 9 de noviembre de 2016, muere de manera sospechosamente repentina de un traumatismo craneoencefálico. Cristina tenía 52 años aunque ustedes siempre podrán recordarla cuando escuchen insultar a un argentino o, simplemente, les pique el gusanillo.