Christopher Lee en las Grandes Biografías de Zafarrancho Vilima

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Hoy recordaremos la vida de Drácula, y de Sherlock Holmes, y de Fu-Manchú, y de Saruman, y de un cantante de ópera que acabó cantando Heavy Metal y de un aristócrata que hablaba a la perfección inglés, italiano, francés, alemán y español. Hoy hablaremos de Sir Christopher Frank Carandini Lee, el hombre que no dormía siesta pa hacer cosas. El pequeño Christopher nació en una elegante mansión Londinense el 27 de mayo de 1922, su padre era Geoffrey Trollope Lee, profesión Teniente Coronel, y su madre la Condesa Estelle Mari Carandini di Sarzano, profesión sus labores. El matrimonio duró menos que Héctor de Miguel en el Intermedio. Christopher tenía 4 años y se fue con su madre y su hermana a vivir a Suiza, que es a dónde se van los que se divorcian con separación de bienes. Los de régimen de gananciales se van a casa su madre. Desde pequeñito se podía intuir que Christopher pertenecía a otra alcurnia, porque al ser su madre descendiente de Carlomagno, él, en vez de dibujarle a los colegas un citrato en el libro de sociales, les dibujaba el Escudo de Armas de su familia, el del Sacro Imperio Romano Germánico. El niño era carne del programa de Juan y medio. Allí lo apuntaron a teatro, ópera y alemán, que al pobre no le dejaban ver ni un capítulo de Mazinger Zeta. Luego se mudaron a Londres donde su madre se casó con un banquero que era el tío de Ian Fleming, el creador de James Bond, pero no serían primos por mucho tiempo porque el banquero acabó como Mario Conde y al niño había que pagarle la esgrima, las clases de español, italiano, francés, papiroflexia y la academia pa las oposiciones de Correos. Cuando acabó el colegio, el niño estaba más preparao que un trabajador del Burger King. Lee también aprendería algo de ruso al vivir con una familia exiliada tras la revolución de 1917. Gracias a esa familia su madre le pudo presentar a Felix Yusupov, uno de los asesinos de Rasputín. A mí mi madre de chica me llevó al Tívoli a ver Pimpinela. Acabada su etapa escolar se dedicó a viajar por Europa, lo normá. En 1939 fue testigo de la última ejecución pública llevada a cabo en Francia, que eso era el “ver morir a Mufasa” de los niños de antes. Se quiso dedicar a la ópera y acabó haciendo coros en la Ópera de Estocolmo y ya que estaba por allí se presentó voluntario apoyando a Finlandia en la Guerra de Invierno contra la URSS, pero como su escuadrón no llegó a entrar en combate, se notó él una mihita insatisfecho, como cuando tú dejas un puzzle a medias, así que al estallar la IIWW Lee sirvió durante 5 años en el SAS, pero no en el que se está cargando Bonilla, en el otro, el Special Air Services de la Royal Air Force, pero no puedo hablar de sus misiones porque tendría que mataros de manera muy dolorosa. Al terminar la guerra y gracias a su dominio del alemán se dedicó a cazar nazis, porque NAIDE MOLA MÁS QUE CHRISTOPHER LEE. En 1960 vio una peli de Pajares y Esteso y se enamoró de una Sueca, por lo que con lo poquito que hablaba de sueco le pidió permiso al rey de Suecia pa casarse con ella. Cuando por fin consiguió el permiso del rey, dejó a la sueca y se casó con otra porque tenía ya el esperma de fuerza, de poder y de sabor a yogur de stracciatella. La danesa era la modelo Birgit Kroencke, con la que tuvo a su hija, Christina Erika, 3 años después. Ya en esta época tenía la barba y el pelo blanco, las cejas negras como pestañas de muñecas, losojito de Paquirrín y las bolsas de los ojos que cuando se ponía una rodaja de pepino, la bolsa se lo comía. Po con tó esto, todavía le dio tiempo de aparecer en la gran pantalla. Era 1948 y estuvo 10 años haciendo películas que no las veía ni el productor, pero su voz y su 1.96 de altura le tenían guardado un gran destino: Ser el villano vilimero perfecto. Lee interpretó a Frankenstein, La Momia, Fu-Manchú, Rasputín (que a Yusupov le hizo la misma gracia que un chiste de Bertín Osborne), Drácula, Francisco Scaramanga (el malo de James Bond, aunque Fleming se inspiró en él para hacer al espía del MI6), el Conde Dooku en Stars Wars o Saruman, el malo del Señor de los Anillos que criaba una mezcla de humanos y gatos sin pelo que salían a luchar siempre con mucha hambre. También hizo de Sherlock Holmes y de su hermano Mycroft, según la peli que veas. Desgraciadamente, nuestro querido Christopher Lee falleció en Londres el 7 de junio de 2015 a los 93 años, fundamentalmente de viejo, aunque ustedes siempre podrán recordarlo cuando vean a Héctor de Miguel, (guiño, guiño, codaso, codaso) o se coman un yogur de straciatella.