Charles Chaplin en las Grandes Biografías de Zafarrancho Vilima
Zafarrancho Vilima - Un pódcast de Zafarrancho Vilima
Categorías:
Hoy pasearemos, bastón en mano, por la procelosa biografía de Charles Spencer Chaplin, Charlot, el comediante que tuvo los santos cojones de hacer chistes sobre el desagradable de Hitler cuando este estaba vivo, que hacerlo ahora, sabiendo que ya no paga la factura del gas, es mu fácil. Chaplin nació en el seno de una familia de artistas y en el coseno de un campamento gitano cerca de Birmingham. Su padre, alcohólico, era actor y cantante y su madre actriz de MusicHall y varietés aunque nunca estuvo en el teatro imperial con Pedro Osinaga. Donde si estuvo la mujer varias veces fue en un psiquiátrico aquejada de delirios producidos por la depresión nerviosa que padecía. Así te puedes imaginar que la infancia del pequeño fuera más difícil que encontrarle unos zapatos que le estén buenos a Romay. Vivió en un orfanato y desarrolló todo tipo de trabajos que intercalaba con una incipiente carrera artística. Fue recadero, soplador de vidrio, vendedor ambulante y no pasó el casting de Ciudadanos para trincar puesto en la Junta de Andalucía por no llevar bien puesto el Rymmel en la entrevista. Así que pronto el muchacho hizo sus pinitos en el mundo del bodeville y la actuación en teatros, cafés y circos… dando más vueltas que Falete quitándose un sostén. Lo fichó una compañía con la que giró por toda Inglaterra y con la que cruzó el charco presentándose en Canadá, Nueva York y Filadelfia, donde descubrió el queso de untar. Hablando de descubrir, en esta gira le echó el ojo un productor de cine que lo fichó para sustituir al actor Ford Sterling, un actor que tenía siempre la cara de venir de abrir una carta certificada de Hacienda. Era la época dorada del cine mudo y la primera aparición del personaje de Charlot fue en una producción de 1914 llamada ‘Carreras Sofocantes’. Pese a que por el título pudiera parecerlo no va de los estudios de Pablo Casado. El personaje pronto caló en el público por presentar la imagen de un vagabundo de modales refinados, cándido y algo torpón… he dicho torpón, no Borbón. Torpón y Borbón que no hacen oximorón ¡Clan, clan! Firmó un contrato por 670.000 dólares de la época con una importante productora para rodar una docena de comedias, entre las que se encuentran: Charlot bombero, Charlot músico ambulante, Charlot en la tienda y la inédita, hasta ahora, Charlot en la oficina del español. Fundó junto a un grupo de colegas la productora United Artist, que aún existe, y con la que trató de escapar del monopolio de las grandes productoras y distribuidoras. Pese a la llegada del cine sonoro, Chaplin siguió haciendo cine mudo, porque para hablar largo y tendido ya llegaría años después Luis Bárcenas. Siempre se mostró muy activo en las opiniones políticas y en la película Monsieur Verdoux criticó al capitalismo y afirmó que el mundo alentaba las matanzas en masa mediante las guerras y las armas de destrucción masiva. Esto le ocasionó no pocos problemas y esta historia ya nos la sabemos aquí por lo del NO A LA GUERRA. Así que en 1953 y después de las presiones del Comité de Actvidades Antiamericanas que mantenía que su vida en Hollywood contribuía a destruir la fibra moral de América, Chaplin se exilió a Suiza donde vivió hasta el final de sus días en una parcelita con alberca que le había salido muy bien de precio. Ustedes siempre podrán recordarle cada vez que piensen que alguien es tonto por no abrir la boca o siempre que alguien trate de imponerles lo que tienen o no que pensar.