Antonio Ozores en las Grandes Biografías de Zafarrancho Vilima

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El pequeño Antonio nació en Burjassot, Valencia, el 24 de agosto de 1924. Hijo de los actores Mariano Ozores y Luisa Puchol, hermano de José Luis y Mariano Ozores, tío de la actriz Adriana Ozores y padre de la también actriz Emma Ozores; La rotonda que había enfrente an´ca laguela era “La isla de los Ozores”. En esa casa-chalé, que eran los dúplex de antes, fue donde nació Antonio en un apretón que le dio a la madre con el calorcito valenciano, que es como una sauna turca pero con una mihita más de humedad. Cuando ya los Ozores empezaron a reproducirse que parecían Gremlins mojándose la nuca en Punta Umbría, los abuelos vendieron la casa y ahora hay una comisaría, porque les venía mu bien el sótano pa las cajas de “El Polvillo” con las prueba de los crímene. Los otros dos hermanos de Antonio, el actor José Luis y el director Mariano Ozores, nacieron en Madrid, que era dónde vivían sus padres desde que se casaron, en la Depositaría de ropas donde era Jefe el otro abuelo de Antonio. Vivían destrangis como la familia de Ana Frank pero en los probadores de Simago. Durante los años 30 sus padres trabajaron por todo el levante español, por lo que los 3 niños se criaron con la aguela en Burjassot, que es el Benacazón de allí. Su trayectoria de actor empieza en 1932, con 8 añitos, haciendo de árbol en la compañía de sus padres. Al comienzo de la guerra civil, en 1936, cuando tenía 12 años, a su padre lo denunciann como fascista y la familia tiene que refugiarse en la embajada de Guatemala, que ya podrían haberse ido a la de Ecuador que es la que te deja ir en monopatín por los pasillos y hacer fiestas con Drag Queens. Cuando pudieron salir se volvieron an´calaguela otra vez en 1937, porque sus padres tenían que seguir trabajando, que es lo que tiene ser autónomo en una guerra civil, que no puedes acogerte a un ERTE. A los 14 años, hizo su 1ª gira teatral por Zaragoza, que era el único sitio donde lo entendían hablando, demostrando un gran talento y adquiriendo muchísima experiencia. Y en 1949, a los 21 años, debutó en el cine con su participación en “El último caballo”. El caballo se llamaba Bucéfalo, el personaje de Antonio sale en blanco en el reparto, así que sería uno apoyao en una paré esconchá masticando un palodú. Su humor surrealista lanzó su carrera como si fuera un…pepino. También ayudó que su hermano José Luis ya era una estrella consagrada y la madre siempre le decía que a dónde iba, que se llevara ar chico. Y así consiguió en 1957, su 1er papel protagonista en “Torero por alegrías” aunque normalmente interpretaría papeles secundarios caracterizados por su atropellada e ininteligible forma de hablar. De hecho fue José Luis Dibildos, el marido de Laura Valenzuela, el que lo introduce en un nuevo camino que se abría en el cine español. Antonio Ozores participó en películas, que si tú no sabes que son de Ozores, le metes la llave al decodificador de Canal+: “3 suecas para 3 rodríguez”, “Dormir y ligar: todo es empezar” o “La Lola nos lleva al huerto”. En 1959, los 3 hermanos fundaron la empresa cinematográfica CIHISA. En la primera obra que produjeron, Antonio conoció a Elisa Montes, al año siguiente se casó con ella y al siguiente tuvieron a su hija Emma Ozores. Que en vez de una relación parecía que tenía las citas cogía pa la revisión en la óptica. Los Ozores estaban que lo rompían tó y no pagaban ná, hasta que en 1963 estrenaron “La hora incógnita” que NO era una comedia y llevó a la empresa a la quiebra, porque eso es como si tú pone en la carta Cruzcampo y luego le pone a la gente Mahou. Con la entrada de la democracia y la desaparición de la censura en cine español se vuelca en historias de sexo, adulterio, divorcio, golpes de estado frustrados o primas que cuidan del párroco. Antonio Ozores participaría en muchas de esas películas junto a otros actores de la época como José Luis López Vázquez, Andrés Pajares o Fernando Esteso, que era nuestro hombre pulgar de antes. En 1985 Antonio obtuvo el premio Goya por dirigir “La Varilla de Saurí” que es la varilla que no tenía ningún R5. Ya en 2016 recibiría el de honor junto con sus dos hermanos. En esta época ya tenía las gafas que en dos días se ponían amarillentas y tó la cara de Florentino Pérez, que tenía que levantar el dedo índice para diferenciarse en las fotos. De 1985 a 1987 fue árabe, ministro, obispo en el “1,2,3…responda otra vez” donde la mayoría de sus incomprensibles discursos acababan con un inolvidable “¡NO HIJA, NO!” Antonio participó en más de 200 obras de teatro, varias series, programas de radio, escribió 5 libros y rodó 160 películas, a veces 6 al año, llegando a rodar 3 a la vez, totá como sus diálogos eran manotazos al teclado del portátil. En 2007 dirigió a su hija en uno de sus últimos trabajos, “El último que apague la luz” y es que el sabio de Antonio decía que “Después de nacer, lo de morir se veía venir”. Desgraciadamente, Antonio nos dejaba a los 81 años, el 12 de mayor de 2010, aunque ustedes siempre podrán recordarlo cada vez que alguien se coma un palodú o le pongan una Mahou en vez de una Cruzcampo.