Antonio Molina en Las Grandes Biografías de Zafarrancho Vilima

Zafarrancho Vilima - Un pódcast de Zafarrancho Vilima

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Hoy recordaremos la vida del cantante y/o/u cantaor, que en verdá lo que quería era ser torero, Antonio Molina De Oses, el Antonio Banderas DE ANTES. El pequeño Antonio nació el 9 de marzo de 1928 en Totalán, que tiene nombre de estar en Murcia pero está en Málaga. Antonio fue er chico der Paco y de la Antonia, SÍ, HIJO, la que tenía la mercería al lado de Ivarte. Era primo hermano del bisabuelo de Melody, la de los Gorilas, SÍ, HIJO, er mayó de la Pepi, la que cosía en su casa. Antonio era de familia muy humilde, que es como se llamaba antes al “UMBRAL DE LA POBREZA”, y desde pequeño mostró una gran rebeldía y cierto inconformismo a tener que seguir perteneciendo a esa clase social porque él también quería comer, vestirse y esas cosas que hacemos los de clase trabajadora, así que continuamente se escapaba pero como era menor de edad, a las dos o tres horas la benemérita se lo devolvía al Padre con las orejas como un entrecot poco hecho. Hasta que un día encontró trabajo de camarero en un bar, porque pa escaparte eras menor de edad pero lo de prohibir el trabajo infantil y comprarle a tu padre tabaco de contrabando en el armacén todavía no lo habían publicao en el BOE. Con esa carita que Antonio tenía, que era pa esconderlo de Gloria Trevi, el muchacho se enzarzó en una aventura amorosa con la dueña del bar, que le doblaba la edad y que estaba felizmente casada, pero con un feo. Así que la mujé se quitó el delantal de cuadritos negros y le dijo al marido que enseguida venía, que iba a comprar tabaco. Antonio y su amante se fugaron a Madrid donde convivieron un tiempo hasta que Antonio se cansó de ser un mantenido y trabajó de tapicero, de camarero y, en cuanto cumplió los 18, se metió voluntario en la mili, pa no tené que mandarle el WhatsApp a la novia diciéndole que necesitaba tiempo. Como cabría esperar, Antonio se llevaba todo el día canturreando, que parecía un peluche de Fisher Price. Un día estando en un bar lo escuchó el maestro de cante granaíno José María Legaza que quedó tan impresionado que le dio sus primeras clases de canto y le escribió sus primeras 4 canciones sin cobrarle ni nada porque era muy generoso y porque ya sabía que se lo cobraría después, que el hombre tenía buen corazón pero le gustaba tener dinero para gambas y jamón bueno como a tór mundo. Y como todo el mundo no paraba de decirle que ¡ay, qué bien cantas!, que grábate en un cassette, que tienes la voz más bonita que un castrati, pues Antonio decidió presentarse en 1949, con 21 añitos, a un concurso organizado por Radio España y que ganó. Ese triunfo le valió un contrato por 3 años con el sello “La Voz de su Amo” que no sabía Antonio si tenía que cantar o vestirse como catwoman y pegarle a alguien con un látigo. Con ellos grabó su primer trabajo formado POR 4 CANCIONES (guiño) Poco después se fue a Barcelona para trabajar en una sala de fiestas formando pareja con una muchacha, pero la experiencia fue tan mala que se volvió a Madrid y dejó a la otra cantando sola en mitad de una copla. En 1952, le llegó inesperadamente una oferta para rodar un cortometraje BASADO EN UNA OBRA DEL MAESTRO LEGAZA (guiño). Luego se fue de gira por Andalucía de telonero de un grupo que al tercer concierto los tuvieron que poner de teloneros a ellos y a Antonio Molina de cabeza de cartel. La radiodifusión de sus canciones, que no había mucha más oferta de entretenimiento y su peculiar estilo con ese falsete inconfundible, hizo que Antonio llegara rápidamente al éxito. En ese mismo 1952 se casó con Ángela Tejedor con la que tuvo 8 hijos, porque la gente se distraía con sus canciones, pero él a ver cómo se distraía. En esta época Antonio era más guapo que Andoni Ferreño, tenía el pelo como una olla de caracoles y era más fotogénico que Norma Duval en la portada de Interviú, así que no era de extrañar que le llegara la oportunidad para rodar su primera película junto a Marujita Díaz y Tony Leblanc, que por cierto fue un gran éxito en taquilla, aunque el pobre mío fuera peor actor que Nicolas Cage. Aún así rodó un porrón de películas, triunfó en Latinoamérica más que una tarta de Kinder Bueno en un cumpleaños, fue el primero en organizar un concierto en una plaza de toros porque no le cabían las 10.000 personas en el Falla y grabó más de 1000 canciones aunque todo el mundo cante “Soy minero” o “Cocinero, Cocinero”. Franco le regaló un coche de importación que pagaría otro, pero eso a Antonio no le importó mucho. Desgraciadamente en 1989 una fibrosis pulmonar le obligaría a abandonar los escenarios, siendo finalmente la que le llevó al “Patio los callaos” el 18 de marzo de 1992, aunque ustedes siempre podrán recordarlo cuando alguien se distraiga haciendo niños o le hablen de la Antonia, SÍ, HIJO, la que tenía la mercería al lado de Ivarte.