Ven, Sígueme con Pepe Valle & Brad Wilcox | Romanos 1–6 | Poder de Dios para salvación.

Ven, Sígueme con Pepe Valle de Central de las Escrituras - Un pódcast de José Valle - Lunes

Para el momento en que Pablo escribió su epístola a los miembros de la Iglesia de Roma, que eran un grupo diverso de judíos y gentiles, la Iglesia de Jesucristo había crecido y ya no era un reducido grupo de creyentes de Galilea. Unos 20 años después de la resurrección del Salvador, había congregaciones de cristianos en casi todo lugar al que los Apóstoles podían viajar, incluso en Roma, la capital de un poderoso imperio. Aun así, en comparación con lo vasto del Imperio romano, la Iglesia era pequeña y a menudo objeto de persecución. Aunque algunos bajo tales condiciones podrían sentirse “averg[onzados] del evangelio de Cristo”, Pablo no se sentía así, por supuesto. Sabía y testificaba que el verdadero poder, el “poder de Dios para salvación”, se halla en el evangelio de Jesucristo (Romanos 1:16).