Ven, Sígueme con Pepe Valle | 2 Corintios 1–7| Reconciliaos con Dios |

Ven, Sígueme con Pepe Valle de Central de las Escrituras - Un pódcast de José Valle - Lunes

"En ocasiones, ser un líder de la Iglesia implica tener que decir algunas cosas difíciles. Esto era tan cierto en los días de Pablo como lo es hoy en día. Parece ser que en una carta previa a los santos de Corinto, él expresó amonestaciones que hirieron algunos sentimientos. En la carta que llegó a ser 2 Corintios, Pablo intentó explicar lo que le había motivado a usar palabras severas: “Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas; no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuánto amor tengo para con vosotros” (2 Corintios 2:4). Cuando usted es quien recibe la amonestación por parte de un líder, definitivamente le ayuda el saber que esa amonestación es inspirada por un amor semejante al de Cristo. Y aun en los casos en que no lo fuera, si estamos dispuestos a ver a los demás con la clase de amor que sentía Pablo, es más fácil responder apropiadamente a cualquier ofensa. Como nos aconsejó el élder Jeffrey R. Holland: “De modo que sean tolerantes con las flaquezas humanas, tanto con las propias así como con las de aquellos que sirven con ustedes en una Iglesia dirigida por voluntarios, hombres y mujeres mortales. Excepto en el caso de Su Hijo Unigénito perfecto, Dios se ha tenido que valer de gente imperfecta” (“Creo”, Liahona, mayo de 2013, pág. 94)."