Alma 53-63 | Podcast del Libro de Mormón con Pepe y Ariel

Ven, Sígueme con Pepe Valle de Central de las Escrituras - Un pódcast de José Valle

Si se compara con los ejércitos lamanitas, el “pequeño ejército” de Helamán (Alma 56:33), integrado por jóvenes, no tenía ninguna posibilidad de éxito. Además de ser pocos en número, los guerreros de Helamán “eran todos muy jóvenes”, y “nunca habían combatido” (Alma 56:46–47). En cierta manera, su situación puede parecernos familiar a aquellos de nosotros que nos sentimos a veces superados en número y abrumados en nuestra lucha de los últimos días contra Satanás y las fuerzas del mal en el mundo. Sin embargo, el ejército de Helamán tenía ciertas ventajas sobre los lamanitas que no tenían nada que ver con su número ni con sus destrezas militares: Eligieron a Helamán, un profeta, para que los dirigiera (véase Alma 53:19); “sus madres les habían enseñado que si no dudaban, Dios los libraría” (Alma 56:47); y tenían “extraordinaria fe en lo que se les había enseñado a creer”. Como resultado, fueron protegidos por el “milagroso poder de Dios” (Alma 57:26). Por tanto, cuando afrontamos las batallas de la vida, podemos tener valor. El ejército de Helamán nos enseña “que ha[y] un Dios justo, y que todo aquel que no dud[e], ser[á] preservado por su maravilloso poder” (Alma 57:26).