063024 - Cambiando
Un Minuto Con Dios - Un pódcast de Dr. Rolando D. Aguirre
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“Cambiar, ¿para qué?” Esa es la respuesta de muchas personas que tienen problemas con el cambio. Aunque las cosas no estén funcionando, prefieren seguir haciendo lo mismo, obteniendo resultados muy pobres, pero conformándose por temor al cambio. Sin embargo, el cambio es natural, bueno y muy enriquecedor. Por ejemplo: ¿qué sería de las plantas si no crecieran y se convirtieran en árboles frondosos o en hermosas flores y rosales? ¿Qué sería del ser humano si no creciera y llegara a la madurez? ¿Qué sería de la naturaleza sin las diferentes estaciones? ¿Qué sería de los animales si no formaran parte de una cadena alimenticia? En fin, el cambio es evidente e inevitable. La pregunta que surge es: ¿por qué queremos evitarlo nosotros? Aquí te ofrezco tres pautas para recibir los cambios. En primer lugar, evalúa los tiempos, procesos y eventos que estás atravesando actualmente de manera objetiva. Segundo, considera el efecto que dicho cambio tendría en tus relaciones más importantes y en tu crecimiento personal. Tercero, toma en cuenta lo que dice la Palabra de Dios, otros creyentes y mentores maduros en la fe, y nunca ignores la voz del Espíritu Santo. Aceptar el cambio puede ser un desafío, pero es a través de él que crecemos y nos transformamos en la mejor versión de nosotros mismos, reflejando la luz y el propósito que Dios tiene para nuestras vidas. La Biblia dice en Efesios 4:22-23, “22 desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. 23 En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes” (NTV).