042624 - Dignificados Por Cristo

Un Minuto Con Dios - Un pódcast de Dr. Rolando D. Aguirre

“Dios no buscó personas dignas de seguirlo, Él dignificó a los que lo siguieron”. Esta frase resuena profundamente, ¿no es así? ¿Cuántas veces nos hemos sentido indignos? La dignidad personal implica reconocer que merecemos lo mejor, pero como seres humanos, a menudo nos sentimos inadecuados para ello. Nuestro comportamiento y acciones a veces nos hacen sentir que no somos merecedores, lo que nos lleva a retirarnos, desanimarnos y frustrarnos. Se dice que el amor tiene un límite llamado "dignidad". Pero el amor de Dios no conoce límites. Nos ama con un amor eterno, inagotable e inmenso. Nos ha hecho dignos incluso cuando éramos indignos. Jesús dignificó a aquellos que la sociedad había marginado. Limpió al leproso y lo reintegró, levantó a la viuda abandonada, brindó una nueva oportunidad al paralítico, sanó a la mujer con flujo de sangre, perdonó a Zaqueo el recaudador de impuestos, liberó al endemoniado, devolvió la vista al ciego de nacimiento, conversó con la mujer samaritana y no condenó a la adúltera. Dignificó a sus discípulos al darles un nuevo propósito y misión, y lo mismo puede hacer contigo. La pregunta es: ¿le estás siguiendo? La Biblia dice en el Salmo 23:6, “Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor viviré por siempre”, (NTV).