032724 — La Realidad De La Soledad

Un Minuto Con Dios - Un pódcast de Dr. Rolando D. Aguirre

La soledad ha sido objeto de crueles palabras por parte de algunos. Es descrita como la asesina de relaciones, la promotora de la depresión, la catalizadora de sueños no realizados, y la propulsora de aquellos que luchan por relacionarse con los demás. Otros la han etiquetado como algo negativo, característico de aquellos que son diferentes y optan por apartarse. Permíteme ofrecerte otra perspectiva sobre la soledad. ¿Qué sería de nosotros sin ella? Sin la soledad, no podríamos meditar, planificar, evaluar o mejorar. No podríamos escuchar la voz íntima de nuestro ser. No podríamos abrazar la sabiduría y tomar decisiones conscientes sin interrupción alguna. No podríamos encontrar la calma emocional necesaria para relacionarnos con otros. Tampoco podríamos buscar perdón, ya sea de Dios, de nosotros mismos o de los demás. En este sentido, la soledad también es un don divino. Así como la vida adquiere significado al ser compartida en comunidad, también lo hace en los momentos de profunda soledad. Acepta esos momentos solitarios y permite que Dios te hable en cada uno de ellos. Te aseguro que nunca serás el mismo(a) después de ello. La Biblia dice en el Salmo 25:16-18, “Vuélvete a mí y ten misericordia de mí, porque estoy solo y profundamente angustiado. Mis problemas van de mal en peor, ¡oh, líbrame de todos ellos! Siente mi dolor, considera mis dificultades y perdona todos mis pecados”, (NTV).