021624 — Las Advertencias del Dolor

Un Minuto Con Dios - Un pódcast de Dr. Rolando D. Aguirre

¿Te ha molestado recientemente algún dolor? El dolor es inherente al ser humano. El dolor puede servir como una advertencia de que algo en el cuerpo está mal. Sin embargo, después de una lesión física o una cirugía, la incomodidad suele ser parte de la recuperación. En esos momentos, muchos podrían dejar que el dolor les impida trabajar durante el proceso de rehabilitación. Por esa razón, los fisioterapeutas desafiarán con frecuencia a sus pacientes a que vayan más allá de su zona de comodidad para recuperarse más rápidamente. Saben que un buen resultado depende de algo más que soportar el dolor una o dos veces y luego renunciar antes de que haya recuperación. La rehabilitación exitosa depende de la esperanza del paciente; en otras palabras, deben mirar más allá de sus incómodas o dolorosas circunstancias actuales. El dolor es en sí parte de la recuperación. De la misma manera, nos pasa en la vida cristiana. Dios permite el dolor en nosotros para sanarnos de nuestras aflicciones. Es decir, sin dolor, no puede haber recuperación. Entonces, ¿por qué le huimos al dolor? Simplemente porque no nos gusta pasar por él. El profeta Isaías reconoció que aún los fuertes jóvenes tenían limitaciones, pero los que esperaban en el Señor tendrían nuevas fuerzas. Por lo tanto, una de las claves para enfrentar el dolor es esperar. La esperanza nos fortalece. Entonces, ¿esperarás en Él en medio de tu dolor? La Biblia dice en Isaías 40:31, “31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. (RV1960)