La Promesa de la Estrella

Un Minuto Con Dios - Dr. Rolando D. Aguirre - Un pódcast de Rolando D. Aguirre

En 1831, Harriet Tubman nació como esclava en Maryland. Años más tarde, escapó hacia la libertad y dedicó su vida a guiar a otros esclavos por el "ferrocarril subterráneo". Una de sus herramientas más importantes para navegar en la oscuridad era la estrella del norte. Harriet miraba al cielo y confiaba en que esa estrella la llevaría al lugar seguro que buscaban. Aunque enfrentó peligros y desafíos, nunca perdió la fe en que Dios la guiaba a través de Su creación. En el Adviento, recordamos la estrella que guió a los sabios hasta el lugar donde Jesús estaba. Esa estrella no era solo un fenómeno celestial, sino una señal de que Dios estaba cumpliendo Su promesa de enviar al Salvador al mundo. Así como la estrella del norte dio dirección a Harriet Tubman y esperanza a quienes la seguían, la estrella de Belén nos dirige hacia Jesús, nuestra esperanza eterna. Hoy, Jesús es nuestra estrella, nuestra guía en medio de los desafíos e incertidumbres de la vida. Él nos asegura que Su presencia nunca nos faltará y que Su luz siempre nos llevará a Su propósito. Así como los sabios siguieron la estrella hasta Jesús, nosotros somos llamados a seguir Su luz y confiar en Sus promesas. La Biblia dice en Mateo 2:10: "Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo."