Episodio #3: pésima presencia.
Superasesor Inmobiliario - Un pódcast de Alfonso Domínguez

Bienvenido a este tercer episodio de Superasesor Inmobiliario, El Podcast. Programa que vamos a dedicar a todos los asesores inmobiliarios que llevan más de 10 años ejerciendo esta fantástica profesión, porque habéis vendido en los peores momentos de la crisis, y ahora que vamos estabilizándonos creo que es de recibo que os dedique este episodio. Me gustaría saber cómo fueron vuestros inicios, porque creo que sería interesante hablar de ello en el podcast. Incluso si tenéis alguna historia que pueda ayudar a los demás asesores, me lo decís y hacemos una entrevista que aporte valor a la audiencia. Mi mentalidad es la de compartir conocimiento, porque estoy convencido que compartiendo conocimiento ganamos todos. El tema de hoy… Buenos a lo que vamos, el error a tratar número 1 del asesor inmobiliario novato: una pésima presencia. Ya hablé algo de él episodio número 2, donde hablaba por encima de cada uno de los 10 errores que para mí son más relevantes destacar en un asesor inmobiliario novato. Aprovecho para recordaros una cita de Oscar Wilde: «Nunca hay una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión» La higiene: Empecemos por lo básico. He tenido compañeros, y he contratado asesores, que tenían la costumbre de llegar con la hora justa al trabajo, con las legañas en los ojos y con cara de no estar muy frescos, imagínate si entra un cliente por la puerta a primera hora. ¿Qué impresión tendrá el cliente de ese asesor en cuestión? Te puedo decir, que si el asesor tiene este mal hábito adquirido, es muy probable, que ni se duche antes de ir al trabajo. La imagen y la sensación de no haberse despertado aún lo delata. Cuida tu aspecto El pelo sin caspa ni grasa, las uñas cortas y limpias. En cuanto a olores, iremos bien aseados al trabajo, lávate los dientes tres veces al día, échate desodorante y buen perfume que vaya con tu personalidad. Asesor precavido vale por dos Lo que yo recomiendo, si queréis diferenciaros para bien del resto (compañeros, competencia, etc), son una serie de pequeños detalles que marcan la diferencia. El día anterior, por la noche. Te preparas la ropa. Tu traje, tu camisa, tus calcetines, tus zapatos… todo tiene que estar impoluto, la camisa bien planchada. No vale a medio planchar, ni un cinturón que te da dos vueltas, ni un traje de dos tallas más grande. Y hablando de la higiene, todo muy limpio. Eso en cuanto a la higiene de la ropa, nosotros… ni que decir tiene que si quieres ir fresco y oliendo bien al trabajo, es innegociable que te duches por la mañana temprano. Luego desayunas, te viste, te miras al espejo y mentalízate para comerte el día y que el día no te coma a ti. ¿Sabes cuánto tardas en desayunar?¿Sabes exactamente cuánto tardas en llegar al trabajo? ¿Vas en coche o en transporte público?¿Te anticipas a los atascos? Estable rutinas saludables, calcula tu tiempo y se previsor. Duerme al menos 7 horas y media, haz deporte. Deja atrás el sedentarismo. Vestimenta La ropa limpísima. Tenemos que ir al trabajo de punta en blanco. No es necesario que vayas de etiqueta, sé que hay algunos asesores que prefieren ir más casual o informal que otros. Lo que importa es que la imagen que proyectes a tus clientes sea la mejor desde el primer minuto. La camisa La camisa perfectamente planchada. A mi se me da muy bien, aunque delegué este asunto para dedicar ese tiempo a tareas productivas o divertidas. A la hora de compraros una buena camisa, elegid una camisería que os a la haga a medida. La corbata La corbata, a mí me gusta porque me parece elegante, pero a vuestra elección. Si la lleváis, recordar deshacer el nudo cada día y volverlo a hacer el día siguiente, porque si no se desgasta bastante. Si no sabéis hacer el nudo seguro que hay tutoriales en YouTube. Detalles básicos El cinturón del pantalón, de tu talla, ni más grande ni más pequeño. Los zapatos bien cuidados, tus