Episodio #20: insiste

Superasesor Inmobiliario - Un pódcast de Alfonso Domínguez

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Voy a dar ejemplo, así que voy a insistir. Como os dije la semana pasada, me han seleccionado para poder acceder a una de las becas de Where Is The Limit o Witl. Plataforma encabezada por Josef Ajram y Antonio Gassó, para ayudarme a alcanzar mis retos deportivos. Tenéis que ayudarme todos, dadle difusión entre vuestros amigos, porque necesito que me votéis para que me den la beca. Necesito todos los votos que podáis darme desde ya.  Entra en https://witl.es/becas-witl/majors-ironman-tras-romperme-tendon-aquiles/ y debajo de las imágenes, ahí veréis dos botones, donde se lee Votar y Volver. Le das a votar, introduce tus datos, aceptas la política de privacidad y te estaré muy agradecido, porque os llevaré a todos y cada uno de vosotros cada vez que me fallen las fuerzas.  INSISTE, INSISTE Y SIGUE INSISTIENDO La primera vez que la gente ve un anuncio ni si quiera se fija en él, la segunda vez no se dan cuenta, la tercera vez son conscientes de que hay algo ahí, la cuarta vez tienen una fugaz sensación de que lo han visto antes, la quinta vez lo leen, la sexta vez se meten adentro, y se enteran de lo que realmente está contando, la séptima les empieza a irritar, la octava empiezan a pensar: aquí está ese maldito anuncio de nuevo, la novena vez dicen: me estoy perdiendo algo. No tiene sentido que Mediamarkt se anuncie 200 millones de veces cada vez que pongo la televisión. La décima vez preguntan a sus amigos y conocidos si lo han probado. La undécima vez se preguntan por qué puede el anunciante pagarse tantos anuncios, la duodécima empiezan a pensar que puede tratarse de un buen producto, si no no tendrían pasta para semejante campaña. La decimotercera empiezan a sentir que el producto tiene valor, la decimocuarta vez empiezan a recordar que desde hace tiempo desean un producto igual a ese, la decimoquinta lo anhelan por no poder permitírselo, la decimosexta aceptan que lo comprarán en algún momento, la decimoséptima, lo apuntan. Hacen una nota donde escriben que lo tienen que acabar comprando. La decimoctava maldicen el no tener la pasta suficiente para ir ahora mismo a la tienda y comprarlo de una vez. La decimonovena cuentan cuánto dinero tienen, y lo cuentan con mucho cuidado. Quieren asegurarse que de verdad no pueden comprarlo. La vigésima ven el anuncio, y lo compran. Esto lo escribió un publicista que se llama Thomas Smith, esto lo escribió en el año 85, pero en 1885. Hoy que vivimos en la era de la infoxicación, las redes sociales, etc. Sigue más vigente que nunca. Hoy con tanta información, tantos focos de atención, tantas distracciones y tanta oferta, tienes que insistir mucho más que hace más de 100 años.  Los asesores suelen pecar de no querer molestar demasiado a aquellas personas que tienen su casa a la venta. Muchos dicen: te llamaré cada mes, o cada dos meses.  Cuando le llames, lo mismo hasta ya ha vendido su casa.  ¿Qué miedo tienes? Tu trabajo es llamar, llamar y llamar. Es más, muchos de los que tenéis miedo a que un potencial cliente os pueda etiquetar de pesados, quitaos eso de la cabeza, si le llamas por la mañana, y luego le llamas por la tarde, apuesto a que ni se acordará de tí. Déjate de chorradas y llama. Llama más que los demás. Vosotros si os acordaréis de él, pero porque vosotros tenéis un interés económico.  ¿Tienes miedo a ser pesado?  Ten claro esto que te voy a decir ahora, hay dos tipos de asesores: Los que son pesados por un lado y los que no venden por otro. ¿En qué lado quieres estar? Y piénsalo, sólo vas a ser pesado un breve período de tiempo, como decía el texto anterior, porque si insistes. Tu potencial cliente va a pasar de la pesadez al deseo.  Cuando no consigues tus objetivos, normalmente es porque no fuiste lo suficientemente constante. No insististe. Para empezar cuando tienes la sensación de ser pesado es a partir de la segunda o la tercera llamada. El cliente a la tercera o la cuarta