Diego Hypólito, ejemplo de CONSTANCIA en el deporte
Solo Fútbol Formativo - Un pódcast de Pedro Marcet - Viernes

Diego estaba a punto de conseguir su primera medalla olímpica. Había podido clasificarse para los Juegos Olímpicos de Bening 2008 en China y formar parte del equipo nacional brasileño de gimnasia. Había trabajado muy duro durante más de cuatro años. Con solo 23 años, había conseguido varias medallas de oro y de plata en los mundiales de gimnasia. Lo tenía todo para conseguir su sueño: una medalla olímpica. Diego nos ha dado a todos una lección de constancia pero para eso he de contarte la historia hasta el final. Estamos ya en China, en las Olimpiadas, en la fase final de gimnasia. Diego había conseguido clasificarse para las fases finales junto a un puñado de atletas de diferentes países. Lo estaba haciendo muy bien y se sentía muy seguro. Se movía a la perfección en las diferentes modalidades. Le quedaba el último ejercicio de suelo, su especialidad. No podía fallar. Respira hondo con la idea clara de que si efectúa correctamente este último tramo, puede conseguir algo maravilloso. Carrera intensa, fuerte impulso hacia arriba para hacer una doble voltereta muy peligrosa pero que tenía perfectamente trabajada. Ya lo tiene. Empieza la caída. La gente se levanta de los asientos porque la actuación ha sido impresionante. Unos segundos le separan de la consecución de la medalla. Mientras está en el aire y va acercándose al suelo, nota cómo una de sus piernas se abre un poco. Son décimas de segundo en las que puede cambiar su suerte y que solo él lo nota. Pierde ligeramente el equilibrio y cae en mala posición con la desgracia de darse con la cara en la lona. Se pone de pie inmediatamente con las manos en cruz. Sabe que en esos momentos ha perdido la medalla. Todo el trabajo se esfuma por unas décimas de segundo descontroladas. Pese a su buen a actuación, los jueces le quitaron puntos por el error final y no alcanzó más que la posición novena en las Olimpiadas. Imagínate cómo estaría por dentro Diego, cuando lo tenía todo a favor para ganar la medalla olímpica, con la que soñaba desde su infancia