¡Bienvenidos, amantes del desmadre auditivo, al episodio número tres de “Sin Pelos en el Cactus”! Aquí, donde la verdad no se anda con rodeos, a menos que el rodeo sea montar un jabalí salvaje... ¡en calzones! Hoy nos lanzamos de cabeza, sin casco y con una sonrisa, al mundo de la dieta cetogénica. Sí, esa dieta que está más de moda que los filtros de perrito en Instagram. Así que si eres de los que se ofenden más fácil que un vegano en una parrillada, este no es tu lugar. Aquí, el único filtro que tenemos es el del café... y a veces ni eso. En este capítulo, nuestros "expertos" en salud, que saben tanto de nutrición como yo de física cuántica (o sea, nada), van a hablar de la dieta cetogénica como si estuvieran discutiendo quién es el mejor jugador de fútbol de la historia. Prepárate para un debate con más grasa que una parrillada argentina y más chispa que un cortocircuito en una fábrica de fuegos artificiales. Y recuerda, si buscas consejos de salud de verdad, mejor ve a Google, porque aquí lo más saludable que encontrarás son las risas (y ni esas están garantizadas). Así que, agárrate de donde puedas, porque este episodio viene cargado con el humor ácido. Vamos a desglosar la dieta cetogénica, pero sin perder nuestro toque especial: ese humor que te hace reír y llorar al mismo tiempo, como cuando te comes un chile habanero pensando que era un pimiento morrón. Aquí en “Sin Pelos en el Cactus”, somos como esos amigos que te explican ciencia avanzada con una cerveza en una mano y una pizza en la otra. ¡Prepárate para este viaje loco por el mundo de las dietas, donde la única regla es que no hay reglas!