#216 Señora Lunt de Hugh Walpole

Relatos de Misterio y Suspense - Un pódcast de Javier Matesanz - Miercoles

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Señora Lunt (Mrs. Lunt) es un relato de fantasmas del escritor británico Hugh Walpole (1884-1941), publicado originalmente en la antología de 1926: El libro de los fantasmas. Posteriormente sería reeditado en varias colecciones clásicas del género, entre ellas: Historias de fantasmas; 65 grandes cuentos de lo sobrenatural; Marea del horror; El libro del horror de H.P. Lovecraft y Cuando los cementerios bostezan. Señora Lunt, uno de los grandes cuentos de Hugh Walpole, relata la historia de un joven escritor, llamado Runciman, que pasa un fin de semana en la vieja mansión victoriana de su mecenas, el señor Lunt, el cual está siendo acosado por el fantasma de su esposa. ¡¡¡¡¡¡¡SPOILERS.!!!!!!! Es fácil entender por qué H.P. Lovecraft consideraba a Señora Lunt como uno de los mejores relatos de fantasmas de la literatura británica. Hugh Walpole [perteneciente a la misma familia que el fundador de la literatura gótica, Horace Walpole, autor de El castillo de Otranto (The Castle of Otranto)] construye hábilmente esta breve historia espeluznante donde lo que sucede es casi anecdótico, y donde la atmósfera y la ambientación lo son todo. El narrador de la historia es Runciman, un novelista, que visita a otro escritor, Robert Lunt, a petición de éste tras la muerte de su esposa. Aunque los dos hombres nunca se han visto personalmente [la relación hasta ese momento había sido epistolar], Runciman comienza a idealizar la amistad potencial de Lunt y está entusiasmado con la oportunidad de conocer a un autor bien establecido. Por supuesto, las cosas no salen según lo planeado. Tras un primer encuentro en una antigua mansión, Lunt comienza a comportarse de manera extraña, errática, sobre todo cuando Runciman le comenta que ha conocido a su ama de llaves, una mujer silenciosa que se presentó en sus habitaciones. Lunt, sin aliento, afirma que no hay ninguna mujer en la casa. Muchos de los relatos de Hugh Walpole tienen una corriente subyacente de tristeza, incluso de añoranza. Probablemente esto tenga que ver con el hecho de que era homosexual [hablaremos sobre eso más adelante] en una época en la que serlo era ilegal en Gran Bretaña, y este parece ser el conflicto que ondula bajo la superficie de Señora Lunt: la represión forzada [y necesaria para sobrevivir socialmente] de Hugh Walpole [ver: Atrapado en el cuerpo equivocado: la identidad de género en el Horror] La expectativa de Runciman de conocer a un hombre mayor y venerable [el señor Lunt], el intrigante contacto físico entre ambos, la vulnerabilidad que los subyuga, agregan una intrigante profundidad a la historia al resonar con la propia vida de Hugh Walpole. Hay poderosos y sorprendentes momentos de genuina ternura entre Runciman y Lunt: [«Allí nos sentamos, yo en una silla cercana a la suya, tomados de la mano, como una pareja de enamorados; pero en verdad éramos dos hombres aterrorizados, temerosos de lo que venía»] De algún modo, Hugh Walpole logró evitar la censura y la condena pública al hacer que Runciman rechace estos sentimientos por Lunt, pero sobre todo debido a la atmósfera opresiva y terrorífica de Señora Lunt, la cual devora cualquier otro aspecto, incluso uno tan polémico para la época como el amor entre dos hombres. Sin embargo, aún en esa ambientación terrorífica, que emplea de forma eficaz todos los recursos del relato de fantasmas, Hugh Walpole añade otra dimensión a la fisicalidad de la historia al poner hábilmente el acento en lo sensorial, no tanto en lo que realmente sucede. El olfato, el tacto, el oído, son mucho más importantes aquí que la aparición fantasmal de la Señora Lunt [ver: Lo olfativo, lo visual, lo auditivo y lo táctil en el Horror] Si tuviésemos que resumir brutalmente el argumento de Señora Lunt, debiéramos decir que se trata de la historia de la venganza del espíritu de una mujer asesinada por su marido, siendo testigo el narrador, Runciman. Sin embargo, lo mejor sucede bajo la superficie, en los rincones oscuros, en las insinuaciones [ver: Casas como metáfora de la psique en el Horror] Muchos de los relatos de Hugh Walpole son claramente autobiográficos, y Señora Lunt no es la excepción. En sus historias, el protagonista [o narrador] es a menudo un escritor que ansía o busca un tutor, un modelo a seguir, generalmente un hombre mayor. Por supuesto, lo sobrenatural está explícito, pero lo más interesante siempre es la trama de sutilezas y complejidades psicológicas que acompañan este tipo de relaciones, no solo entre dos hombres, sino entre dos hombres que además son escritores. Ya en el primer párrafo de Señora Lunt, Hugh Walpole nos permite echar un vistazo a este conflicto: [«¿Crees en fantasmas? —tuve que hacerle esta pregunta tan trivial más porque era un hombre difícil para pasar una hora con él que por cualquier otra razón. ¿Conoces sus libros?: El corredor, El olmo, Cristal, A la luz de las velas. Es uno de esos hombres constantes en esta época de inmensa superproducción de libros, hombres que publican su novela cada otoño, que despiertan en ciertos críticos el aprecio y el elogio, que tienen un público reducido y fiel, y que cuando te encuentras con ellos tienen poco que decir. Suelen ser tímidos y nerviosos, pesimistas y alejados de la vida cotidiana. Tales hombres hacen un buen trabajo, ganan muy poco, y quizás cincuenta años después de su muerte son redescubiertos por algún crítico inquisitivo y se convierten en una especie de culto con una nueva generación»] Esa ansiedad insinuada sobre el mérito literario se vuelve aún más evidente en El Tarn (The Tarn), donde dos escritores se conocen desde su juventud, pero mientras uno, Foster, se ha convertido en un escritor célebre, el otro, Fenwick, ha caído en la oscuridad. Hugh Walpole cuenta la historia desde el punto de vista de Fenwick, investigando un odio que se ha enquistado en él durante muchas décadas, desde que la novela de Foster se llevó la gloria que debería haber pertenecido [en opinión de Fenwick] a su propia obra maestra. Sin embargo, en las orillas de este lago, la venganza está al alcance de la mano. El aislamiento entre dos hombres con sentimientos conflictivos también está presente en Señora Lunt, aunque no hay animosidad mutua. Aquí, la que busca vengarse es la señora Lunt, asesinada por su esposo un año antes. Como fantasma hay que decir que la señora Lunt es muy discreta. Hace un par de apariciones fugaces, y al final asesina a su marido [aunque los médicos aseguran que falleció a causa de un paro cardíaco] [ver: El ABC de las historias de fantasmas]. Lo más interesante de la historia, insisto, es la ambientación y la relación entre estos dos hombres, la cual resuena en la sucesión de relaciones intensas [pero discretas] que Hugh Walpole mantuvo con otros hombres. De hecho, esta búsqueda de Runciman de un hombre mayor que lo guíe en su carrera literaria es, literalmente, la historia de Hugh Walpole. Hugh Walpole entabló una entrañable amistad con A.C. Benson [hermano de E.F. Benson], quien declinó gentilmente sus avances. En cambio, lo puso en contacto con Henry James a fines de 1908. Siguió una frondosa correspondencia y, en febrero de 1909, Henry James invitó a Hugh Walpole a almorzar en un club de Londres. Desarrollaron una estrecha amistad, descrita por el biógrafo de Henry James, Leon Edel, como una relación de padre e hijo en algunos aspectos, «pero no en todos». Al parecer, Henry James se sintió atraído por el joven Hugh Walpole, y lo apuntaló en sus primeros esfuerzos literarios. Según Somerset Maugham [y no hay razones para pensar que miente], Hugh Walpole le hizo una propuesta sentimental a Henry James, quien «estaba demasiado inhibido para responder». Sin embargo, en su correspondencia, la devoción del anciano por su joven protegido se expresaba «en términos extravagantes» [ver: ¡Este hombre me pertenece!] Hay que decir que Hugh Walpole eventualmente encontró a este «amigo perfecto», un policía casado, con quien se instaló en el Distrito de los Lagos. Habiendo buscado ansiosamente, en su juventud, el apoyo de autores ya establecidos, en sus últimos años Hugh Walpole fue un generoso mecenas de muchos escritores jóvenes. Su riquísima vida demandaría un estudio mucho más profundo, pero a modo de ejemplo baste decir que, entre otras cosas, visitó el frente de Polonia, recuperando muertos y heridos del campo de batalla; y en un festival de música en la ciudad de Bayreuth, Alemania, compartió una cena con Adolf Hitler [recientemente liberado de prisión], por quien aseguró haber experimentado una mezcla de atracción y desprecio. Análisis de: El Espejo Gótico http://elespejogotico.blogspot.com/2022/02/senora-lunt-hugh-walpole-relato-y.html Texto del relato extraído de: http://elespejogotico.blogspot.com/2022/02/senora-lunt-hugh-walpole-relato-y.html Traducido al español: Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico Musicas: - 01. PGM Misterio Autor: Antonio Muñoz Guirado en colaboración con Jim Bryan y Brendan Brown - Cedida en exclusiva para este programa de Relatos de Misterio y Suspense. - 02. Dark Orchestral Ambience - SBA - 300051397 - Artist Full Names: Bobby Cole ( www.storyblocks.com ) Nota: Este audio no se realiza con fines comerciales ni lucrativos. Es de difusión enteramente gratuita e intenta dar a conocer tanto a los escritores de los relatos y cuentos como a los autores de las músicas. Escucha el episodio completo en la app de iVoox, o descubre todo el catálogo de iVoox Originals