Marcos 3, 22-30: División

Reflexión diaria del Evangelio por el P. Luis Zazano - Un pódcast de Misioneros Digitales Católicos

1) Decían: Siempre la gente hablará de nosotros, incluso hasta familiares. Nos genera dolor, por supuesto, pero nunca olvides que quien habla de ti, habla más de esa persona que de ti. Porque quien habla por detrás, y no de frente, puede considerarse un cobarde. Pero quien manda por audios y por redes sociales, y no enfrenta a quien tiene que decirle las cosas, es más que cobarde. Me animaría a decirte que es una persona irresponsable, para no decir desagradable. Pero siempre que actuemos bien habrá personas que nos atacarán con la lengua, mal. Actuemos como Jesús, no nos detengamos a escuchar. 2) Dividida: Siempre digo que cuando los padres mueren aparecen las luchas por las herencias. Donde también aparecen las luchas familiares es en las peleas entre suegra y nuera. Pero siempre las peleas familiares existen y existieron, el problema es cuando se viralizan y hasta se pierde lo que los mismos padres construyeron. Las divisiones pueden estar, pero el problema es el motivo que divide, o que puede generar o la persona que lo quiere generar. Uno puede conocer a sus hermanos, pero no a sus cuñados. Uno puede conocer a sus hijos, pero no a los novios de sus hijos, uno puede conocer a sus padres, pero basta que se meta una persona para que todo cambie. Por tanto, el construir la unión familiar es algo de todos los días, pero es necesario trabajarlo. 3) Blasfemia: El hablar por hablar trae consecuencias, pero hablar mal de las cosas sagradas trae amarguras y tristezas. Por eso, más que hablar mal aprende a controlar tu lengua porque es fácil decir, pero puede ser tarde tu arrepentimiento. Aprende a ser prudente con lo que dices y a quién le dices. Puede ser que quien esté cercano a vos use tus palabras para destruir a una multitud o la misma imagen de Dios en tu corazón. Algo bueno está por venir.