Juan 8, 31-42

Reflexión diaria del Evangelio por el P. Luis Zazano - Un pódcast de Misioneros Digitales Católicos

La libertad es un don. 1) Discípulos: Es de la misma palabra que disciplina. Porque es disciplinado en la vida quien sabe escucharse, y es discípulo quien sabe escuchar. Es saber dónde están tus límites y también comprender tus potenciales, porque alguien también te lo confirma. El discípulo hace lo que le dice el maestro y el disciplinado hace lo que le dice su conciencia, que es su maestra. Siempre el discípulo y el disciplinado hacen lo que les convence, que es un bien mayor. La pregunta sería si vos: ¿sabes escuchar y a quién hoy escuchas? ¿Te escuchas? 2) Ser libres: La libertad es un don, pero también puede llegar a ser una carencia. Porque si no sé elegir puedo caer en la cárcel de mi propio egoísmo. La verdadera libertad implica plenitud en uno, bienestar ante los otros y junto a otros. Pero por sobre todo “paz interior”. La libertad no te lleva a poseer a otros ni atentar la vida de otros, es por ello que Jesús es clave y claro. Quien tiene una presencia en Dios es libre, y es libre quien tiene una presencia en Dios. 3) Ser hijos: El esclavo, a diferencia del hijo, es quien pierde identidad y es absorbida su persona por uno que pasa a ser su amo. No tiene libertad, pero tampoco identidad. Vos sos hijo de Dios, como hijo de Dios nunca se absorbe tu identidad y mucho menos dejas de ser vos, sino que cumpliendo con la fe se fortalece tu vida y se plenifica tu vida. La religión no es para hacerte esclavo de una fe, sino para ser libre desde la fe y heredero de la verdad que te hace pleno desde la fe. Algo bueno está por venir.