Juan 1, 1-18

Reflexión diaria del Evangelio por el P. Luis Zazano - Un pódcast de Misioneros Digitales Católicos

Sin Él no se hizo nada. 1) Al principio: Todo tiene un inicio en tu vida. Creo que es necesario que vuelvas a pensar en cómo comenzó todo en vos. El por qué decidiste caminar por aquí en tu vida y de dónde viene la historia que venís armando en tu vivir cotidiano. No dejes de mirar el origen de todo, de vos y de los que hoy te rodean. Porque el presente habla de tu pasado y acentúa tu futuro. Pero en este cierre de año volvé a tu principio, a lo que comenzaste siendo vos y aceptando que esto eras vos. 2) La luz: Es tu lucha ante las tinieblas que vos mismo te pones. Hoy ponele luz a tu vida e incluso sé sincero con vos, aceptando incluso tus oscuridades. Viví tu vida espiritual y genera vida, pero en vos mismo. No vivas en la oscuridad y no te mientas, porque es la oscuridad que lleva a más oscuridad. Y hoy Dios te invita a cerrar el año recordándote que vino a traer luz a tu vida, a iluminarla, y cuando hay luz en vos todo lo que te rodea también se ilumina porque la luz da seguridad. 3) Hijos de Dios: Esta es la mayor grandeza que vos y yo tenemos, sabernos hijos de Dios. Hay una relación íntima con Él y es saber que este misterio es el que tiene que animarte a seguir. Tu relación con Dios debe ser desde ese eje familiar, y al cual en este 2023 tenés que cuidar y trabajar, porque esta relación con Dios que se te propone es única. Hoy agradece a Dios conmigo por este 2022: Mi Dios y mi todo, ¡Gracias! ¡Gracias por los momentos y personas lindas que me ayudaron a vivir y descubrirte este año más cerca de mí. Gracias por ser mi paz y mi luz en mi constante vivir. Gracias por las luchas y los desafíos que me tocaron asumir. Los dolores que tomaron mi corazón y mi cabeza, donde había momentos en los que me perdí. Pero también gracias porque de todo esto aprendí. Termina un año más, y hoy solo te quiero decir que me abandono otra vez a vos y te entrego todo mi existir. Porque se que en vos siempre algo bueno a mi vida ha de venir. Amén