Llamados a trabajar en la viña del Señor: La gratuidad de la Salvación

Radio Maria Argentina - Un pódcast de Radio Maria Argentina

21/08/2024 – Jesús nos invita a responder con alegría y generosidad al llamado de Dios, comprendiendo que la verdadera recompensa no se mide en dinero o esfuerzo, sino en la plenitud de la vida eterna y el gozo de ser hijos de Dios. Reflexionemos sobre la confianza de nuestro Creador en nosotros, sus discípulos, y aprendamos a valorar la inmensidad de su amor sin condiciones. Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña.Trató con ellos un denario por día y los envío a su viña.Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza,les dijo: ‘Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo’.Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: ‘¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?’.Ellos les respondieron: ‘Nadie nos ha contratado’. Entonces les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña’.Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: ‘Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros’.Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario.Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario.Y al recibirlo, protestaban contra el propietario,diciendo: ‘Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada’.El propietario respondió a uno de ellos: ‘Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario?Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti.¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?’.Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos”. Llamados a trabajar en la viña Mateo relata dos parábolas en las que Jesús deja clara la diferencia tan enorme que existe en la escala de valores de las autoridades religiosas y la de su Padre. En la primera de éstas Jesús habla sobre la poca trascendencia del dinero para llegar a la perfección humana; y la segunda parábola, la cual escuchamos hoy, aborda el tema de la gratuidad de la salvación. Estos dos temas eran muy importantes para los judíos del tiempo de Jesús, pues según las autoridades religiosas de aquel tiempo, el dinero (escribas) y el estricto cumplimiento de la ley (fariseos), eran las dos maneras de “ganarse” la salvación de Dios. Tomando este contexto como punto de partida, podemos comprender mejor esta parábola. En ella Jesús no pretende darnos una cátedra sobre justicia salarial, sino más bien, utiliza el ejemplo para enseñarnos la gratuidad con la que su Padre otorga la salvación y el gozo que esto nos ha de causar. Jesús intenta destacar tres elementos en esta parábola: “el llamado” de Dios a trabajar en su viña (figura utilizada varias veces por Jesús para significar el Reino de Dios),  la necesaria respuesta del hombre a este llamado (sin importar el tiempo), y el gozo porque otros reciban la salvación.Dios nos llama a todos a trabajar en la construcción de su Reino, y a todos nos promete “recompensarnos” con la vida eterna y la felicidad de sabernos Hijos de Dios. La Fuerza de la Palabra de Dios Este llamado es tan fuerte que el elegido es capaz de dejar todo para ser trabajador de la viña de Jesús.Sus palabras de vida suprimen toda duda, todo cálculo, toda resistencia. Quien no haya tenido esta experiencia,