Influencers, referentes y relaciones parasociales

Psicología para ir tirando - Un pódcast de Nacho Coller Porta

Según la investigación realizada por Kaspersky, el 45% de los españoles señala que los influencers a los que siguen les proporcionan un escape de la realidad y una vía para poder obviar o empequeñecer los problemas cotidianos. El ser humano es un ser social y al compartir, comunicar, cooperar, ayudar o relacionarse conseguimos mejorar nuestro índice de satisfacción vital (quien tiene un amigo tiene un tesoro), al mismo tiempo que las interacciones con nuestro entorno (especialmente en niños y adolescentes) forma y desarrolla nuestra personalidad. Vivimos bajo el paraguas de la dictadura de la felicidad y de la autorealización obligados a estar bien o a ser felices cada día de nuestras vidas y a negar el malestar y el sufrimiento de nuestras vidas: “si estás mal es porque quieres”, “la felicidad está a tu alcance” “todo el poder está dentro de ti o si quieres puedes”… La búsqueda incansable de la felicidad, la necesidad de relacionarnos y encontrar distractores positivos en redes sociales, que a lo largo de la pandemia se ha disparado, ha fomentado las relaciones parasociales con personas influyentes. Al igual que cuando vemos una serie o un buena película somos conscientes que los personajes no son reales, que son actores o actrices haciendo su papel, es importante generar entre los más jóvenes un espíritu crítico hacia las cuentas de los influencers; muchas de ellas son buenas, aportan contenido y un soplo de aire fresco a la vida, hacen reír y olvidarse temporalmente de los conflictos del día a día, sí, pero no dejan de ser actores durante un tiempo determinado mostrando su mejor cara. Por cierto, ¿alguien ha visto a algún influencer haciendo la limpieza de la casa o fregando? Eso también es la vida