#196. Estrés en oposiciones y sistemas de productividad personal.

Sé que estoy muy pesado con estos temas. Y lo estoy porque tengo una gran preocupación por todas las personas que me han escrito con graves problemas de estrés… y poco o ningún avance en el estudio de su OPE. Siempre me ha llamado la atención cómo los “gurús” de la productividad personal han sido ejecutivos.  Pero ejecutivos de estos de alto nivel. Imagina, sueldo alto, viajes frecuentes, reuniones y mucha gente debajo que hace lo que ellos mandan. Cuando estas personas cuentan su propia historia, no es una comedia, es un drama. Un drama que se compone de jornadas de más de 18 horas de trabajo. Un drama de sensación de pérdida de control, síntomas de estrés agudo y grave, problemas familiares.  En este punto descubren algún sistema de organización personal. Y lo adoptan. Como un naúfrago que se agarra a un tablón que flota porque sabe que de seguir así las fuerzas se le acabarán y finalmente se ahogará. Ninguno de ellos quería “hacer más”. No dicen nada del tipo “adopté el sistema X porque me permitía trabajar 22 horas en vez de 18”. Lo único que buscaban era una cosa: Hacer lo mismo con mucha menor carga de estrés… y en menos tiempo.  Que es la forma fina de decir: “quiero mantener mi trabajo pero no a costa de sufrir un paro cardíaco con 41 años” Yo no sé, querido lector-oyente del podcast, si esto te lo imaginabas. Tal vez no. Yo no me lo imaginaba, pero porque no me imaginaba nada. Bastante tenía con mi día a día… como tú Lo que quiero decir es que era gente como tú. Como yo. Gente con sus preocupaciones y con la necesidad de lidiar con una agenda en la que hay más cosas pendientes que horas disponibles. Puede que tu día a día ya fuera así. Y si has decidido estudiar una oposición, esto no va a mejorar. Los sistemas de productividad sirven, en realidad, no para “hacer más”. No te los aconsejo para que “estudies más”. Los recomiendo para: hacer lo que puedas hacer con tu máximo potencial. Ni un minuto más. mantener la cabeza limpia y ordenada. equilibrar algo más las demandas individuales. atender de manera focalizada a lo que hay que atender. no dispersar tiempo y energía en lo que no es necesario. para esto sí que te puede ayudar adoptar un enfoque productivo. y para lo del infarto, claro.