Sábios, poema de Toni Martin.

Un poema en homenaje a três grandes sábios: Santiago Antunez de Mayolo, Érick Antunez de Mayolo Dd Rinning y mi gran hermano Carlos Manuel Giles Antunez de Erik y Santiago Antunez de Mayolo. Sábios son hombres que se despiertan al mundo De tiempos em tiempos, incautos curiosos Que no detienen su mente ni al momento de la partida. Sábios son aquelos que lloran por la hambruna y Injusticia del mundo cruel, sabedores que nada es verdaderamente importante, ni tiene valor. Sábios son los que miran para adelante y saben perdonar Los agresores de toda uma vida, puesto que siempre Se aprende del equivoco y de la maldad humana. Sábios respiran el aire de la mañana com la pasion, Del primero amor de su alma, pues es el momento mágico de la vida, vale la ruta y no la llegada de un deseado fin Del camino. Sábios saben vivir las sorpresas mas distintas en su vida, Cantando por las avenidas de la vida, cada segundo misterioso, Cada minuto de agonia, cada hora de paciência, cada dia de melancolia, Cada mês de espera, cada año de suspiros, y esto persiste a cada segundo Em su recuerdo, y nada mas importa. Sábios por sus palavras, gestos y acciones Son detentores de amor profundo por la humanidad, Por el planeta y por cada ser vivos que en él habita. Sábios son aquellos que no tienen miedo a la muerte, juegan con su enfermedad, como si fuera mas un percauso de vida Y si la soledad del cansancio toca a su puerta, ellos no le abren la puerta ni le desean suerte. Sábio se despiertan de tiempos em tiempos, Y poças vezes ellos son padres y hijos unidos por el sangre De uma vida singular, llena de alegria, galanteadores Del sol y de la luna, Elegantes señores, mestizos de razas y almas. Pero antes de todo, todo sábio es um maestro, Es aquel que no consigue ocultar su conocimiento, Teciendo los kipos Del saber em bellos colares coloridos Es la magia de todo sábio, ser generoso y aportunamente Contar todo lo que sabe a su Hermano a su gente. Sábios tocan mi alma con la dulzura Del viento Que sopla de mar profundo, los cuentos, sorrisos Y encantos que tanto los siento ya en el alma.