005 - Fausto - Johann Wolfgang Von Goethe Cap 05: Delante de la puerta de la ciudad

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Fausto - Johann Wolfgang Von Goethe Delante de la puerta de la ciudad Salen paseantes de toda clase. Algunos Aprendices ¿Por qué para allá? Otro Así vamos a donde hemos convenido. Los Primeros Si para allá vais, nosotros queremos ir al molino. Uno de los Primeros Mejor es ir a la Fonda del Agua. Segundo Por lo bonito que es el viaje. Los Segundos Y tú, pues, ¿qué haces? Un Tercero Lo veis, a los otros sigo. Un Cuarto Vamos a Burgdorf que os juro tendremos trato exquisito; las más gentiles muchachas, y de beber, lo más rico. Un Quinto Siempre ansioso. ¿No escarmientas con los golpes recibidos? Yo no iré porque da miedo a mis lomos ese sitio. Una Criada ¡No, no, a la ciudad me torno! Otra Deja arranques repentinos, allí cerca le hallaremos. La Primera Criada ¿Y con ello qué consigo? Él irá siempre a tu lado y bailes y regocijos han de ser para ti todos. La Segunda Criada Con otro, según él dijo, debe estar en compañía. Un Estudiante ¡Por vida del basilisco! ¡Qué garbo el de esas muchachas! ¡Sigámoslas, buen amigo, cerveza y tabaco fuertes y una criada de domingo son todo, todo mi gusto! Una Niña Burguesa ¡Mira qué graciosos chicos! Es por cierto una vergüenza que pudiendo los más finos tratos disfrutar, con criadas gasten su tiempo más lindo. El Segundo Estudiante, al primero. Aguarda, que allá dos vienen con arrogantes vestidos; mi vecina es una de ellas y yo mucho me le inclino. Con ellas nos juntaremos al fin que el rumbo es el mismo El Primer Estudiante ¡No, hermano! No me acomodan cumplimientos ni remilgos. ¡Pronto, que se va la caza! ¡Las manos, amigo mío, que mueven la escoba el sábado son también las que el domingo te acarician con más gracia! Un Burgués No me cuadra, os lo repito, el nuevo burgomaestre; lo hinchará más el oficio, ¿qué ganará el pueblo en tanto? ¿Los males envejecidos no aumentarán cada día? Mucho más que antes, sumisos hemos de ser y los pagos serán más, si no los mismos. Un Mendigo, canta. Caballeros y damas hermosas que admiráis con tal lujo y beldad, a mis penas, miradas piadosas, a mis penas, alivio otorgad. Que no en vano yo eleve mi queja, es dichoso quien sabe hacer bien;