51 - Primavera Tardía -Ozu-. La Gran Evasión

Podcast de La Gran Evasión - Un pódcast de La Gran Evasión

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Edición número 51 de La Gran Evasión, 1/9/2015, en la nueva temporada del programa nos atrevemos con un maestro, con Yasujiro Ozu y su Primavera Tardía que nos regaló en 1949......estamos solos, vivimos y morimos solos....el tránsito hacia la vejez, el irresistible e incesante mar que nos recuerda lo frágil y lo maravilloso de la vida, la convivencia de nuevas culturas y viejas tradiciones...el amor incondicional de un padre y su hija, la renuncia frente al egoísmo, el destino inquebrantable, todo ello bañado de poética Zen...estamos solos, la vida es lidiar con esa soledad, soledad escogida a veces, no lo se, con un poco de Sake y Ozu podemos intentar asimilar y reflexionar esta vida cotidiana de un poeta, de un humanista, de un genio. La película nos lleva hacia el entorno familiar de Shikichi (el rostro pacificador y relajado del gran Chishu Ryu), veterano profesor universitario viudo que vive junto a su hija Noriko (Maravillosa y sensual Setsuko Hara). La vida para ellos resulta tan plácida como rutinaria, para Noriko su papel en la vida es cuidar de su padre, aunque su tía y su mejor amiga insistan en el matrimonio, hasta que su propio padre también la empuje a ello, le revelará su intención de volver a casarse, para librarla de sus ataduras, eso provocará un enorme dolor en Noriko, aunque se resignará, veremos el sacrificio del padre, ha simulado su intención de casarse, para que su hija tenga una vida propia,....la mayor muestra de amor siempre es la renuncia, el sacrificio supremo...dejarla marchar. Ozu desarrolla en el filme sus demonios y conflictos más oscuros, siempre dando vueltas a esas obsesiones habituales, la familia que se descompone, la tradición frente al nuevo eje cultural, la convivencia entre generaciones, siempre tamizados por esa forma de contar relajada, todo fluye como en un jardín Zen, sutilmente, el maestro carga la cotidianidad, de inquietud, de desesperanza, de Sake, de resignación, de amor, de aceptación...de soledad Ozu lleva su obsesión hasta el arte, al plasmar esas relaciones y conflictos familiares, aparentemente muy localizados en el Japón de la posguerra, pero universales en el fondo, de una forma tan honda, coherente y densa.....que nos habla de su propia vida, nos hace reflexionar mientras contemplamos la película, La Vida, que fluye en esos personajes, es fascinante, pocos pueden calar tan hondo, muy pocos... Tiene, por tanto, un lenguaje propio, que lejos de ser simple, resulta tremendamente complejo, profundo, hipnótico, fascinante, apoyado en un equipo técnico que mantuvo a lo largo de su obra, su grupo de actores habituales y los magníficos guiones, que conjuntamente con su gran amigo Kôgo Noda, perfilaba y pulía cómo un jardinero, un marionetista, meticuloso y perfeccionista hasta el infinito, botella de Sake a botella de Sake llegaban a la forma pura y simple... Frente al altar de Ozu, una botella de Sake y el símbolo "Mu", de "la nada", admiramos esta primavera que viene tardía, José Miguel Moreno a la dirección, contertulios, Raúl Gallego, Gervi Navío y delicadamente, con parsimonía, rumiando que la felicidad hay que trabajarla, conquistarla día a día...nuestro critico de cine César Bardés.