Su misión era comenzar una masacre porque Dios se lo pidió

Pepe Misterio - Un pódcast de PEPE MISTERIO

En Estados Unidos no hay nada más normal que un día de cacería de padre e hijo. Lo extraño en este caso es la verdadera intención que estaba detrás de aquel inocente día de caza. En la mañana del 8 de enero de 1975, Joseph Kallinger llevó a su pequeño hijo de 13 años a una expedición en la que intentarían cazar a una presa; el problema fue que lo que estaban buscando no se encontraba en el bosque ni tenía cuernos o pelaje. Ese día la tan deseada presa era humana. Su preferencia consistía en mujeres jóvenes y atractivas, y en especial aquellas que permanecían en casa tras el cuidado de niños pequeños e indefensos. Pero, primero déjame te cuento un poco sobre su vida y sus motivaciones.