Historia de las motos Benelli
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6 hermanos, una viuda y una pasión: La moto. Así arranca la historia de Benelli, una historia tormentosa, cuajada de hitos históricos, de triunfos deportivos, de motos míticas como la “Leoncino” o la “Sei” y que ahora forma parte del importante grupo Qianjiang, pero conserva su corazón, las actividades de diseño, desarrollo y marketing, en Pesaro, en Italia. Entre las marcas de moto italianas, sólo Gilera, fundada en 1909 supera en antigüedad a Benelli, fundada en Pesaro solo dos años más tarde. Una historia que vamos a contaros gracias al apoyo de la marca. Nada mejor que tener una buena madre. Con una Italia convulsa, pues estamos a muy pocos años del comienzo de la “gran Guerra”, una autentica “mamma” italiana sufre un revés muy duro: Enviudar con seis hijos a su cargo. Estamos hablando de Teresa Benelli y de sus hijos Giuseppe, Giovanni, Filippo, Francesco, Domenico y Antonio “Tonino” Benelli. La “mamma” Teresa sobre todo quiere asegurar el pan de sus hijos, conseguirles un trabajo estable y como todos eran aficionados a las motos o a la mecánica decide vender todo, utilizar todos los ahorros en dar formación a sus hijos y crear Benelli Garaje. Manda a sus hijos mayores a estudiar a Suiza y crea este taller de reparación con 6 empleados… de los cuales 5 eran sus propios hijos. “Tonino” no tenía edad de trabajar… su futuro sería otro. Para muchos la “Gran Guerra” fue un desastre… y para otros una oportunidad. Y entre esos otros estuvo Benelli, que durante la Primera Guerra Mundial trabajó mucho para el ejercito italiano, lo que le permitió en 1919 diseñar su propio motor y en 1921 presentar su propia moto. Esta moto con su motor de 2 tiempos evolucionó de 75 a 98 cm3, luego a 125 cm3 y finalmente, hasta 147 cm3 en un prototipo de competición pilotado por el pequeño de la familia, “Tonino”. Pero el motor que permitió la expansión de la marca fue un mono cilíndrico de 175 cm3, con árbol de levas en cabeza movido por engranajes y presentado como una verdadera revolución en 1927 y es que lo era. Entre una guerra y otra Benelli aprovechó a competición para dar a conocer su marca. “Tonino” Benelli ganó 4 campeonatos italianos de velocidad. Pero en esta vida hay que tener suerte: Tonino tuvo primero un accidente que le aparto de la competición en 1932 y 45 años más tarde un accidente de tráfico que acabó con su vida. Mientras tanto Benelli, para hacer frente a su competencia, diseño diversos motores sobrealimentados, entre ellos un magnifico 4 cilindros de 250 cm3 con compresor volumétrico y nada menos que 52 CV a 10.000 rpm… y eso en 1938. Pero estalló la Segunda Guerra Mundial y estos motores con compresor fueron prohibidos… ¡qué pena! Y tras la guerra Benelli debe recomponerse. El cómo hacerlo fue motivo de disputas entre los hermanos, hasta el punto que el mayor, Giuseppe Benelli decide separarse y crear otra empresa diferente: MotoBi. Pero Benelli sale adelante con la creación de nuevos modelos entre los que destaca el “Leoncino” de los que se vendieron alrededor de 50.000 entre 1950 y 1960 y fue todo un éxito. En la década de los 60 las cosas se complican. Por una parte el automóvil se abarata y cada vez más consumidores prefieren comprar un coche a una moto. Pero es que a finales de la década las cosas se complican con la llegada de los japoneses, que ofrecen motos baratas y muy fiables. Pese a todo se ganan dos Mundiales de velocidad en 250, en 1950 con Ambrosini y en 1969 con Carruthers y muchos campeonatos y trofeos nacionales. También se lanzan modelos de éxito, como la Tornado 650 bicilíndrica o la Mojave. Benelli a principio de los 70 está en serias dificultades y el argentino Alessandro De Tomaso, con experiencia en el mundo de las 4 ruedas llega al rescate y compra la marca. ¿Qué hace De Tomaso? Pues dos cosas en mi opinión notables y acertadas. Por un lado, creo una nueva fábrica mucho más moderna y segundo, recuperando la innovación técnica lanzando la Benelli Sei, la primera moto con motor 6 cilindros del mercado y en su momento, un auténtico hito. No se anduvo por las ramas: Pidió a sus ingenieros que copiasen la Honda CB 500 y lanzaron la Benelli 500 Quattro de 1974. Ese motor con dos cilindros más se convirtió en un 750 cm3 e 6 cilindros y luego en una 900 cm3. Pese a todo la competencia japonesa seguía haciendo estragos no solo con las marcas italianas… recordemos que la industria británica de la motocicleta desapareció… en 1988, Benelli está al borde del abismo, otra vez en quiebra y llega otro salvador: Giancarlo Selci, dueño del grupo industrial Biesse. En mi opinión, es una opinión, Benelli pierde un poco el rumbo. Se lanzan los modelos Devil y Scooty que parece que van a sacar a la marca de los números rojos, pero se pierde un poco la “esencia” de la marca. Nueva crisis y nuevo “salvador” en este caso Andrea Merloni, hijo de Vittorio Merloni y dueño de otro grupo industrial, Meloni de Fabriano. Siguen son los scooters, pero con buen criterio vuelve a las motos más grandes, con la Tornado 900 “tre” de 3 cilindros de 2003 y en 2004 la “naked” TnT de 1,130 cm3…. Pero Benelli sigue sin salir del pozo. Y por fin en 2005, Benelli se convierte en Benelli Q.J. o sea pasa a formar parte del grupo Q.J que es Quianjiang. Si te crees que esta historia acaba aquí, te equivocas, porque en 2016 Q.J. es comprada por el grupo GEELY, un monstruo que tiene marcas de coches como Polestar, Lynk & CO, Proton y otras que te sonarán aún más, como Lotus, Smart o Volvo… o sea, que por dinero no será. La idea es fabricar en Italia y en China, pero mantiene la esencia de una marca histórica. El Leoncino 500 y el TRK 502 ambas con el mismo motor bicilíndrico de 500 cm3, 4 válvulas y doble árbol de levas, se fabrican en Pesaro. Que la marca Benelli sigue siendo una marca querida en toda Europa, pero sobre todo en italiana lo demuestra el que la TRK 502 una Trail bastante “endurera” en 2020 fue, el modelo más vendido en Italia. Pero la gama Benelli es en este momento muy amplia con modelos desde 125 mono cilíndrico hasta 300, 500, 750 bicilíndricos y 600 de cuatro cilindros. Parece que la estabilidad ha llegado a Benelli, que sigue haciendo motos con encanto, pero de buena calidad y a buen precio. Decíamos que era una marca muy querida en Europa y en Italia, pero también en España donde la Benelli 250 Elettronica de los años 80 fue muy popular y la Quattro y Sei muy admiradas.