10 Motos icónicas "Made in Spain"
Moto1Pro y EnduroPro Podcast - Un pódcast de 1MAS1COMUNICACION
¡Este podcast me apetecía mucho! Porque todas estás motos me marcaron y dejaron huella en mí y, a día de hoy, me siguen apasionando… Y seguro que a muchos de vosotros, también. Son, todas, preciosas. Y todas fabricadas en España… ¡Qué pena lo que fuimos y lo que somos ahora! ¡Vamos a dejar las cosas claras! Si alguno de vosotros me acusa que esta selección es muy personal y fruto de mis gustos y experiencias personales os lo voy a decir bien claro… ¡tenéis toda la razón! Así que no me acuséis de que tal o cual moto no está, porque ¡hay montones de motos excepcionales que no están! No me caben todas, pero os propongo una cosa: Si os motiva el asunto, podemos hacer este mismo video, pero con las 10 motos elegidas por votación, ¿aceptáis el reto? Pero, mientras llega o no ese momento, esta es mi selección… 1. Bultaco Frontera Gold Medal (1976). En nuestra Web podéis encontrar un artículo sobre esta apasionante moto nacida casi por casualidad. Os cuento: En 1976, Bultaco entregó un importante pedido de Pursang al importador de EE.UU. con un retraso tal, que cuando llegaron las motos, el lote fue devuelto a España. Bultaco adaptó esas Pursang de motocross al Enduro y creó la Gold Medal. Resultó una moto muy competitiva, pero muy difícil de manejar debido a sus cortos desarrollos y a su gran potencia. Y nació el mito: Era una moto solo para pilotos expertos. 2. Derbi Antorcha Tricampeona SE (1969). La “saga” Derbi Antorcha se extendió durante muchos años y fue una moto muy popular en los pueblos de España, tanto que muchos la llamaban la “Derbi Paleta”. Pero era un pedazo de moto con prestaciones sorprendentes para su cilindrada y fácilmente potenciable. Esta moto pesaba poco más de 50 kg y daba 2 CV… un tiro para la época… y como digo, con una lima y un poco de imaginación, era sencillo mejorar mucho la potencia… 3. Derbi R.A.N. (1973). Derbi fue la marca española que quizás atendió menos al off road y más al on road. Sus éxitos en competición con Ángel Nieto dieron lugar a esta moto, la “RAN” es decir, “Réplica Ángel Nieto”. Fue muy popular en las carreras en España, porque era algo único: Un motor monocilíndrico de 2 tiempos, por supuesto, de 50 cm3 que ofrecía nada menos que 14 CV a 16.000 rpm y una máxima de 170 km/h… un verdadero aparato… Hoy es día es una de las motos “Made in Spain” más cotizadas y buscadas en la actualidad. 4. Gilera Enduro ES (1976). Muchos pensaréis: “¿Qué pinta aquí esta moto?”. Esta moto fue la causa de una de mis mayores decepciones y de un verdadero “baño” de realidad en mi adolescencia. ¡Me encantaba esta moto! Me parecía preciosa y las revistas criticaban su excesiva altura y sus suspensiones tirando a duras… algo que me parecía muy adecuado para mi 1,87 m de alto y mis 87 kilos de peso… ¡por cierto, lo mismo que peso ahora! Así que cuando cumplí 16 años me fui a una tienda y pedí precio y financiación… y descubrí, con gran decepción, que ni por asomo me podía comprar esa moto ni ninguna… nuestra relación se quedó en amor platónico. 5. Montesa Cappra 250VB (1978). Las Cappra eran auténticas motos de carreras. De esta VB hubo dos versiones, con pocos cambios en suspensiones y detalles de carrocería. La primera se comercializó entre los años 76 y 77, pero la del 78 es la más “redonda” en todos los aspectos. 6. Ossa MAR (1971). Aquí sucede lo mismo que con la RAN, porque MAR significa Mick Andrews Réplica. El tal Mick era un pilotazo que decidió dedicarse al Trial y fue descubierto por Eduardo Giró, un verdadero genio. La relación fue tan estrecha que Mick traslado su domicilio al Castelldefelds, para estar más cerca de la fábrica y de Eduardo. Por cierto que, al lado, en Gavá Mar viví año y medio cuando trabajé en TV.La MAR llega al trial y consiguió desbancar a las auténticas dominadoras la Bultaco Sherpa y la Montesa Cota. 7. Ossa Yankee (1976). Otra vez nos encontramos con OSSA y con Eduardo Giró. La marca tuvo desde el principio una estrecha relación con los norteamericanos y llegó a vender un 75% de su producción allí. Incluso llegaron a un acuerdo para fabricar motos de manera conjunta con la empresa Yankee Motor. Y Giró desarrolló un motor bicilíndrico que era la suma de dos motores mono de 230 cm3 y daba casi 60 CV. Las Yankee Z500 con motores OSSA no tuvieron buena acogida y OSSA se queda con un motor con el que no sabe qué hacer. Hasta que deciden hacer una moto de carretera extraordinaria para la época, la OSSA Yankee que nace en 1976, la moto más rápida del mercado español gracias a sus 60 CV. 8. Puch Minicross Súper (1972). Mi vecino compró esta moto para llevársela a su pueblo… me la dejó probar y os confieso una cosa: ¡Me parecía enorme y pesada! Pero es que lo más pesado que había llevado hasta ese momento era una bici. Esta moto nace fruto del acuerdo de la marca Avello de Gijón con la austriaca Puch. Tras algunos prototipos y un par de años después, se presentó un precioso ciclomotor de campo, amarillo, con cuatro velocidades, aletas y escape elevados que se llamó Minicross. Fue un éxito inmediato y rotundo. 9. Sanglas 500 S2 V5 (1979). La S2 apareció en 1977 pero he elegido la de 1979 entre otras cosas por el cambio de 5 velocidades. La 500 S2 fue especialmente mimada por la marca, incorporando lo mejor que la industria auxiliar española aportaba en esa época. Esta 500 S2 V5 fue el último modelo fabricado por Sanglas porque a principios de los años ochenta, empezó el “boom” y liberalización de las motos japonesas, y todo se terminó… 10. Vespino GL (1973). El mayor mérito del Vespino es que es un ciclomotor 100x100 español. No es un Piaggio sino que fue creado y fabricado por Motovespa, que es como se llamaba la empresa que fabricaba las Vespa de Piaggio, en España, bajo licencia. No se corresponde a una versión de nada hecho en Italia. Fue un éxito por encima de las expectativas. Se exportó a infinidad de países. Incluso a la propia Italia, donde fue rebautizado: los italianos llamaban cariñosamente a sus Vespa como «Vespone» cuando eran chasis grande y «Vespino» cuando eran las pequeñas, por eso allí se llamó “Piaggio Toledo”: Hay dos conclusiones, una buena y una mala. La buena, ¡que motos tan bonitas y tan divertidas se hicieron en España hasta los años 80 más o menos! La mala, España fue una potencia en el Mundo de la moto, aunque ahora cueste creerlo y, hoy por hoy… solo nos queda Rieju…