Locos por los clásicos - Ovidio. Tristezas de un exiliado

Locos por los clásicos - Un pódcast de RNE Audio - Viernes

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Imagina al poeta más elegante de Roma, el mismo que enseñó a amar con pasión en “El arte de amar”, Ovidio, desterrado a una ciudad remota, Tomis, en el Mar Negro (actual Rumanía), en los márgenes del Imperio, un territorio hostil, donde nadie habla su lengua, el clima es inhóspito y la soledad lo rodea como una segunda piel.Ovidio, exiliado por el emperador Augusto, escribe en medio del exilio “Tristezas de un exiliado”, un libro de elegías donde el amor, la nostalgia y el miedo se entrelazan en versos que resisten el olvido. En la tercera elegía del libro tercero, el poeta enfermo clama por su esposa, sueña con su regreso y se despide del mundo desde un lugar sin nombre ni ritos, reclamando al menos un epitafio: “Si has amado alguna vez… que no te cueste decir: descansen en paz los huesos de Ovidio”.En este episodio de Locos por los clásicos viajamos con Ovidio al confín del mundo romano, escuchamos su lamento, y descubrimos cómo convirtió su dolor en poesía y su ausencia en presencia. Un exilio convertido en poema, una elegía que sigue viva dos mil años después. Y como no hay nada más moderno que los clásicos grecolatinos, les ponemos música actual: la banda sonora de Las Tristezas de Ovidio está formada por A te de Jovanotti; Sempre e per sempre de Francesco De Gregori; Alfonsina y el mar en la voz de Andrés Calamaro y For the Love of a Princess, de James Horner para Braveheart.La imagen es el cuadro “Ovidio entre los escitas”, Eugène Delacroix, (1859)