Laudes Viernes de la VIII semana del Tiempo Ordinario - Visitación de la Virgen María
Liturgia de las Horas - Un pódcast de Jose Camacho Cotto

Categorías:
LAUDES VIERNES DE LA VIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO (Oración de la mañana) - Visitación de la Virgen María INVOCACIÓN INICIAL V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza INVITATORIO Ant. Aclamemos al Señor en esta fiesta de la Visitación de Maria Virgen. SALMODIA Salmo 62 - Ant. Se levanto María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá. Cántico - Ant. Así que Isabel oyó el saludo de María, su criatura salto de gozo en su seno y ella quedó llena del Espiritu Santo. Salmo 149 - Ant. Dichosa tú María, que has creado, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. RESPONSORIO BREVE V. El Senor la eligió y la predestinó. R. El Senor la eligió y la predestinó. V. La hizo morar en su templo santo. R. Y la predestinó. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. El Senor la eligió y la predestinó. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Así que Isabel oyó el saludo de María, en alta voz exclamo: “¿Cómo he merecido yo que la madre de mi Señor venga a mi casa?”. Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas: Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. PRECES “Que tu santa madre, Señor, interceda por nosotros.” Conclusion V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. (298)