Laudes Sábado de la XII semana del Tiempo Ordinario - Santos Pedro y Pablo

Liturgia de las Horas - Un pódcast de Jose Camacho Cotto

LAUDES JUEVES DE LA XII SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO (Oración de la mañana) - San Pedro y San Pablo INVOCACIÓN INICIAL V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza INVITATORIO Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de los apóstoles.  SALMODIA Salmo 62 - Ant. Sé en quien he puesto mi fe, y estoy seguro que es poderoso para guardar el ultimo día lo que yo le he confiado. Cántico - Ant. La gracia de Dios no quedó infecunda en mí, sino que su gracia permanece siempre en mí. Salmo 149 - Ant. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido mi fe. RESPONSORIO BREVE V. Consagraron sus vidas al servicio de nuestro Señor Jesucristo. R. Consagraron sus vidas al servicio de nuestro Señor Jesucristo. V. Salieron contentos de haber merecido aquel ultraje. R. Al servicio de nuestro Señor Jesucristo.  V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.  R. Consagraron sus vidas al servicio de nuestro Señor Jesucristo. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Dijo Simón Pedro: “Señor, ¿a quien vamos a ir? tú tienes palabras de Vida eterna; y nosotros hemos creído y sabemos que tú eres el Santo de Dios”. Aleluya.  Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas: Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. PRECES “Bendice, Señor, a tu Iglesia.” Conclusion V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. (356)