Laudes Jueves de la Octava de Navidad - San Esteban

Liturgia de las Horas - Un pódcast de Jose Camacho Cotto

LAUDES SAN ESTEBAN (Oración de la mañana) - Octava de Navidad INVOCACIÓN INICIAL V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza INVITATORIO Ant. A Cristo recién nacido, que ha otorgado a Esteban la corona de gloria, venid, adorémosle. SALMODIA Salmo 62 - Ant. El Señor eligió a Juan, el apóstol y evangelista que conservó su castidad virginal, y lo distinguió entre los demás con una gran predilección. Cántico - Ant. Éste es Juan, el apóstol virgen, a quien Cristo en la cruz le encomendó su Madre Virgen. Salmo 149 - Ant. El discípulo a quien Jesús amaba exclamó: «¡Es el Señor!» Aleluya. RESPONSORIO BREVE v. El Señor es mi fuérzanos y mi energía. r. El Señor es mi fuérzanos y mi energía. v. Él es mi salvación.  r. Y mi energía.  v. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. r. El Señor es mi fuérzanos y mi energía.. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Las puertas del cielo se abrieron para Esteban, que fue le primero en ingresar al ejército de los mártires, y victorioso entró coronado en los cielos. Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas: Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. PRECES “Nos has comprado, Señor, con tu sangre.” Conclusión v. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. r. Amén (735)