Laudes Jueves de la II semana de Adviento
Liturgia de las Horas - Un pódcast de Jose Camacho Cotto

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LAUDES JUEVES DE LA II SEMANA DE ADVEINTO (Oración de la mañana) INVOCACIÓN INICIAL V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza INVITATORIO Ant. Al que viene, al Señor que se acerca, venid, adorémosle. SALMODIA Salmo 79 - Ant. Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos. Cántico - Ant. Anunciad a toda la tierra que el Señor hizo proezas. Salmo 80 - Ant. Aclamad a Dios, nuestra fuerza. RESPONSORIO BREVE v. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. r. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. v. Su gloria amanecerá sobre ti. r. Amanecerá el Señor. v. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. r. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. “Yo mismo te auxilio - dice el Señor - y yo, el santo de Israel, soy tu redentor”. Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas: Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. PRECES “Muéstranos, Señor, tu misericordia.” Conclusion V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. (898)