Laudes Domingo de la IV semana del Tiempo Ordinario - La Presentación del Señor

Liturgia de las Horas - Un pódcast de Jose Camacho Cotto

LAUDES DOMINGO DE LA IV SEMANA DE ORDINARIO (Oración de la mañana) - La Presentación del Señor INVOCACIÓN INICIAL V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza INVITATORIO Ant. Mirad, el Señor llega a su templo santo, venid, adorémosle. SALMODIA Salmo 62 - Ant. Simeón, hombre recto y piadoso, esperaba la consolación de Israel y el Espíritu Santo moraba en él. Cántico - Ant. Simeón tomó al Niño en sus brazos y, dando gracias, bendijo a Dios. Salmo 149 - Ant. Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. RESPONSORIO BREVE V. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado. V. Aclamad la gloria y el poder del Senor. R. En el atrio sagrado.   V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo R. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Cuando entraban sus padres con el niño Jesús, Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios. Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas: Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. PRECES “Que nuestros ojos vean tu salvación.” Conclusion V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. (41)