Hoy centramos el programa en un recurso tan flipado como odiado, el plano secuencia. Con la llegada del cine digital y las tarjetitas de buenos gigas ya no existe limitación de tiempo para las tomas, se está extendiendo el rodaje de películas en una sola toma sin cortar. Cámara siguiendo a pulso a los intérpretes que no se limitan al teatro grabado, cogen vehículos, se meten en tiroteos y peleas, cambian de número musical etc. Siempre están los listos que trampean con efectos especiales para dar esta impresión, como 1917 o más artesanalmente la soga de Alfredo. Recurso que busca crear un in crescendo del pulso dramático hasta normalmente una resolución impactante o sorpresa, es usado a veces para adornarse sin más o llamar la atención de la industria. Acompañanos sin cortes a la masacre de Utoya, un atraco de madrugada en Berlín, un día en la cocina de un restaurante de 400 napos el plato, a la historia de la monarquía rusa o a la desactivación de una bomba en tiempo real. Y sale Béla Tarr que no creo que lo veáis por aquí mucho.