DIA 74 - Jesús en Capernaúm
La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - Un pódcast de Julian Gamba

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Hoy estaremos leyendo Deuteronomio 3-4, Lucas 7:1-17 y el Salmo 51:1-6. En Deuteronomio 3, Moisés recuerda cómo Dios les dio la victoria sobre los reyes de Basán y los amorreos, entregando su tierra a Israel. Sin embargo, Moisés también menciona que Dios no le permitió entrar en la Tierra Prometida debido a su desobediencia en el pasado. En Deuteronomio 3:27, Dios le dice:"Sube a la cima del monte Pisga y mira la tierra en todas direcciones. Obsérvala bien, porque no cruzarás el río Jordán" (NTV).Aunque Dios no le permitió entrar a Moises, sigue siendo fiel a Su promesa de dar la tierra a Su pueblo.En Deuteronomio 4, Moisés llama a Israel a obedecer los mandamientos de Dios y no apartarse de ellos, recordándoles en Deuteronomio 4:9:"Pero cuídense y guarden bien su alma, para que nunca se olviden de las cosas que han visto. Transmítanlas a sus hijos y a sus nietos" (NTV).Esto nos enseña que Dios es fiel en Sus promesas, pero espera que vivamos en obediencia y enseñemos Su verdad a las próximas generaciones.Reflexiona: ¿Estás recordando la fidelidad de Dios en tu vida y caminando en obediencia a Su Palabra?En Lucas 7, encontramos dos historias poderosas que muestran la autoridad y compasión de Jesús.Primero, un centurión romano, cuya fe sorprende a Jesús. Aunque no era judío, este hombre entendía el poder de la palabra de Jesús y le dice en Lucas 7:7:"Ni siquiera soy digno de ir a verte. Solo di la palabra desde donde estás y mi siervo sanará" (NTV).Jesús responde con admiración:"Les digo, ni siquiera en Israel he visto una fe como esta" (Lucas 7:9, NTV).El siervo del centurión es sanado en ese mismo momento, mostrándonos que la fe en la autoridad de Jesús trae milagros.Luego, Jesús resucita al hijo de una viuda en la ciudad de Naín. En Lucas 7:13-14, dice:"Cuando el Señor la vio, su corazón rebosó de compasión. ‘No llores’, le dijo. Luego se acercó al ataúd y lo tocó"(NTV).Con solo Su palabra, el joven volvió a la vida, dejando claro que Jesús no solo sana, sino que tiene poder sobre la muerte misma.Reflexiona: ¿Estás confiando en el poder de Jesús para sanar, restaurar y traer vida a las áreas muertas de tu vida?El Salmo 51 es una oración de arrepentimiento profundo de David después de su pecado con Betsabé. En Salmo 51:1-2, él clama:"Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable. Debido a tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados. Lávame de mi culpa, purifícame de mi pecado" (NTV).David no justifica su pecado, sino que reconoce su maldad y busca un cambio real en su corazón. En Salmo 51:6, dice:"Pero tú deseas honradez desde el vientre, y aun allí me enseñas sabiduría" (NTV).Esto nos recuerda que el arrepentimiento verdadero no es solo pedir perdón, sino desear un corazón renovado y transformado por Dios.