DIA 73 - La Casa en La Roca

La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - Un pódcast de Julian Gamba

Hoy estaremos leyendo Deuteronomio 1-2, Lucas 6:37-49 y el Salmo 50:16-23. En Deuteronomio 1 y 2, Moisés comienza su último discurso al pueblo de Israel antes de entrar en la Tierra Prometida. Él recuerda cómo Dios los sacó de Egipto y los llevó hasta ese momento. Sin embargo, también menciona la rebelión del pueblo cuando se negaron a entrar en la tierra por miedo, lo que los llevó a vagar en el desierto por 40 años.En Deuteronomio 1:30-31, Moisés les recuerda:"El Señor su Dios va delante de ustedes. Él peleará por ustedes, tal como vieron que lo hizo en Egipto. También vieron cómo el Señor su Dios los cuidó todo el camino, como un padre cuida a su hijo" (NTV).A pesar de sus fallas, Dios nunca los abandonó. En Deuteronomio 2, Moisés menciona cómo Dios los guió incluso en el desierto y les prohibió pelear contra ciertas naciones porque tenía un propósito más grande.Esto nos enseña que aunque el camino sea largo y difícil, Dios siempre nos está guiando y cumpliendo Su propósito en nuestras vidas.Reflexiona: ¿Estás confiando en que Dios te guía, aun cuando el camino parece incierto?En Lucas 6:37-49, Jesús enseña sobre la importancia de no juzgar a los demás, de dar generosamente y de vivir con una fe auténtica.En Lucas 6:37, dice:"No juzguen a los demás, y no serán juzgados. No condenen a otros, para que no se vuelva en su contra. Perdonen a otros, y ustedes serán perdonados" (NTV).Jesús nos llama a vivir con gracia y misericordia, en lugar de criticar o condenar.Luego, en Lucas 6:45, habla sobre la importancia de un corazón transformado:"Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su corazón malo. Lo que uno dice brota de lo que hay en el corazón" (NTV).Finalmente, Jesús concluye con la parábola de los dos cimientos:"Yo les mostraré cómo es cuando alguien viene a mí, escucha mi enseñanza y luego la sigue. Es como una persona que construye una casa y cava hondo para echar una base sobre roca sólida" (Lucas 6:47-48, NTV).Pero el que escucha sin obedecer es como una casa sin fundamento, que se derrumba en la tormenta.Jesús nos deja claro que no basta con oír Su palabra; debemos obedecerla y aplicarla en nuestra vida diaria.