DIA 68 - Censo de Los Israelitas
La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - Un pódcast de Julian Gamba

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Hoy estaremos leyendo Números 25-26, Lucas 2:21-52 y el Salmo 48. En Números 25 y 26, vemos un fuerte contraste entre la rebelión del pueblo y la fidelidad de Dios en mantener Su promesa. En Números 25, los israelitas caen en idolatría y pecado sexual con las mujeres moabitas, provocando la ira del Señor. En Números 25:3, dice:"De esta manera, Israel se unió en adoración a Baal de Peor, lo que encendió la ira del Señor contra su pueblo"(NTV).Dios envía una plaga como juicio, pero un sacerdote llamado Finees se levanta con celo por la santidad de Dios y detiene el pecado en el campamento. En Números 25:11, Dios dice:"Finees, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, ha apartado mi enojo de los israelitas porque estaba tan celoso por mi honor entre ellos como yo mismo lo estoy" (NTV).Después de este evento, en Números 26, Dios manda un nuevo censo de los israelitas antes de entrar en la Tierra Prometida. A pesar de las fallas del pueblo, Dios sigue firme en Su plan y muestra Su fidelidad en cumplir Su promesa.Reflexiona: ¿Estás tomando en serio la santidad en tu vida, asegurándote de no comprometer tu relación con Dios con cosas que desagradan Su corazón?En Lucas 2:21-52, vemos los primeros años de Jesús y cómo, desde Su infancia, estaba alineado con el propósito de Dios. En Lucas 2:25-26, encontramos a Simeón, un hombre justo que había recibido la promesa de que vería al Mesías antes de morir. Cuando Simeón ve a Jesús en el templo, proclama:"He visto tu salvación, la que preparaste para toda la gente" (Lucas 2:30-31, NTV).También encontramos a la profetisa Ana, quien había pasado años en el templo en ayuno y oración, y al ver a Jesús, comenzó a dar gracias a Dios y a hablar de Él a todos los que esperaban la redención.Más adelante, en Lucas 2:41-52, vemos a Jesús a los 12 años en el templo, asombrando a los maestros con Su sabiduría. Cuando María y José lo encuentran, Jesús responde:"¿Pero por qué tuvieron que buscarme?—les preguntó—. ¿No sabían que debo estar en la casa de mi Padre?"(Lucas 2:49, NTV).Este pasaje nos muestra que desde temprana edad, Jesús tenía una clara conciencia de Su misión, aunque también era obediente a Sus padres y crecía en estatura, sabiduría y gracia delante de Dios y los hombres.En Salmo 48:1-14, el salmista exalta la grandeza de Dios y Su dominio sobre todas las naciones. En el versículo 1, dice:"¡Qué grande es el Señor, qué digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios!" (NTV).El salmo describe a Jerusalén como el lugar donde Dios establece Su presencia y protección. En el versículo 8, declara:"Lo que antes habíamos oído, ahora lo hemos visto con nuestros propios ojos en la ciudad del Señor de los Ejércitos Celestiales" (NTV).El pasaje concluye con una afirmación de confianza en Dios:"Porque así es Dios, nuestro Dios por siempre y para siempre; Él nos guiará hasta el final" (Salmo 48:14, NTV).