DIA 49 - La Transfiguración
La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - Un pódcast de Julian Gamba

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Hoy estaremos leyendo Levítico 15-16, Marcos 9:1-13 y el Salmo 37:1-9. En Levítico 15 y 16, Dios establece normas sobre la pureza ceremonial, mostrando cómo incluso las funciones naturales del cuerpo podían hacer a una persona impura. Pero más allá de lo físico, esto enseñaba a Israel la necesidad de acercarse a Dios con limpieza y reverencia. En Levítico 16, se describe el Día de la Expiación, el día más sagrado para Israel. Era el único día en que el sumo sacerdote entraba al Lugar Santísimo para hacer expiación por los pecados del pueblo. En el versículo 30, Dios dice: "En este día se hará expiación por ustedes, y serán purificados de todos sus pecados delante del Señor"(Levítico 16:30, NTV). Este acto apuntaba a Jesús, quien se convirtió en nuestro sumo sacerdote y en el sacrificio perfecto, trayendo un perdón completo y eterno. En Cristo, ya no necesitamos sacrificios anuales porque Su sangre nos limpió para siempre. Reflexiona: ¿Estás viviendo en la libertad del perdón que Jesús te ha dado, o sigues cargando con culpas del pasado?En Marcos 9:1-13, Jesús lleva a Pedro, Santiago y Juan a un monte alto, y allí se transfigura ante ellos. Sus ropas se vuelven resplandecientes y aparecen Moisés y Elías hablando con Él. En ese momento, una voz desde el cielo declara: "Este es mi Hijo muy amado. Escúchenlo a él"(Marcos 9:7, NTV). Dios Padre confirma la identidad de Jesús y nos da un mandato claro: escucharle a Él. La transfiguración fue una revelación anticipada de la gloria de Cristo y un recordatorio de que nuestra fe no está basada en un líder terrenal, sino en el Hijo de Dios que venció la muerte y reinará por la eternidad.Después de este evento, los discípulos le preguntan a Jesús sobre la profecía de Elías que debía venir antes del Mesías. Jesús les responde que Elías ya vino refiriéndose a Juan el Bautista, quien preparó el camino con su predicación y sacrificio. Esto nos enseña que Dios cumple Sus promesas y que Su plan es perfecto, aunque a veces no lo entendamos completamente. Reflexiona: ¿Estás escuchando la voz de Jesús en tu vida, o permites que otras voces definan tu camino?Finalmente, llegamos a Salmo 37:1-9, donde David nos enseña a confiar en Dios en medio de la injusticia. En el versículo 1, dice: "No te inquietes a causa de los malvados ni tengas envidia de los que hacen lo malo"(Salmo 37:1, NTV). A veces parece que los que actúan sin integridad prosperan, pero Dios nos recuerda que su éxito es pasajero.