DIA 46 - Jesús Calma la Tormenta

La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - Un pódcast de Julian Gamba

Hoy estaremos leyendo Levítico 9-10, Marcos 6:30-56 y el Salmo 35:11-18. Comenzamos con Levítico 9-10, donde se relata la primera vez que los sacerdotes llevan a cabo los sacrificios y cómo la presencia de Dios se manifiesta con poder. En Levítico 9, después de que Aarón y sus hijos siguen cuidadosamente las instrucciones de Dios, el fuego del Señor consume la ofrenda en el altar, y el pueblo se postra en adoración: "Cuando todo el pueblo vio esto, gritaron de alegría y se postraron rostro en tierra"(Levítico 9:24, NTV). Este momento muestra cómo la obediencia y la santidad en la adoración permiten que la gloria de Dios se manifieste.Sin embargo, en Levítico 10, ocurre un evento trágico. Nadab y Abiú, hijos de Aarón, ofrecen fuego extraño delante de Dios, algo que Él no les había ordenado. Como resultado, un fuego del Señor los consume como juicio(Levítico 10:2, NTV). Moisés le dice a Aarón: "El Señor mismo declaró: 'Demostraré mi santidad a través de aquellos que se acercan a mí. Mostraré mi gloria ante todo el pueblo'"(Levítico 10:3, NTV). Esto nos enseña que Dios no toma la obediencia a la ligera, y que nuestra adoración debe ser con reverencia y conforme a Su voluntad. Reflexiona: ¿Estás adorando a Dios con un corazón genuino y en obediencia a Su Palabra?Pasamos ahora a Marcos 6:30-56, donde vemos cómo Jesús suple las necesidades de la multitud y muestra Su autoridad sobre la naturaleza. Primero, en el milagro de la alimentación de los cinco mil, Jesús toma cinco panes y dos peces y los multiplica para alimentar a todos. En el versículo 42, leemos: "Todos comieron cuanto quisieron"(Marcos 6:42, NTV). Esto nos recuerda que Jesús no solo suple nuestras necesidades, sino que lo hace con abundancia.Luego, en Marcos 6:45-56, Jesús camina sobre el agua y calma el viento mientras Sus discípulos luchan contra una tormenta en el mar. Cuando lo ven caminar sobre el agua, se asustan, pero Él les dice: "No tengan miedo. ¡Yo estoy aquí!"(Marcos 6:50, NTV). Esto nos enseña que, en medio de las tormentas de la vida, Jesús siempre está presente y tiene el poder para traer calma y paz. Reflexiona: ¿Estás confiando en Jesús como tu proveedor en tiempos de necesidad y como tu refugio en medio de la tormenta?