DIA 41 - Construcción del Tabernáculo
La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - Un pódcast de Julian Gamba

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Hoy estaremos leyendo Éxodo 35-36, Marcos 2 y el Salmo 33:1-9. Comenzamos con Éxodo 35-37, donde el pueblo de Israel obedece las instrucciones de Dios para la construcción del tabernáculo. En Éxodo 35, Moisés reúne al pueblo y les recuerda que el día de reposo es sagrado, mostrando que incluso el trabajo para Dios debe hacerse en obediencia a Su voluntad. Luego, invita a todos a contribuir con sus ofrendas voluntarias para la obra, y el pueblo responde con generosidad. En el versículo 29, dice: "Así, el pueblo de Israel —tanto hombres como mujeres— presentaron sus ofrendas voluntarias al Señor porque querían participar en la obra que el Señor había ordenado por medio de Moisés"(Éxodo 35:29, NTV). Este pasaje nos enseña que cuando damos a Dios, debe ser con un corazón voluntario y alegre.En Éxodo 36 y 37, Bezalel y Aholiab, llenos del Espíritu de Dios, lideran la construcción del tabernáculo y sus elementos con excelencia y obediencia. En el versículo 6, Moisés incluso tiene que decirle al pueblo que dejen de traer más ofrendas porque ya había suficiente para completar la obra. Reflexiona: ¿Estás sirviendo a Dios con un corazón dispuesto y generoso, ofreciendo lo mejor de ti para Su obra?Pasamos ahora a Marcos 2, donde vemos a Jesús demostrando Su autoridad sobre el pecado, la enfermedad y las tradiciones religiosas. El capítulo comienza con la historia del paralítico que es bajado por el techo por sus amigos para ser sanado por Jesús. En el versículo 5, Jesús sorprende a todos al decirle: "Hijo mío, tus pecados son perdonados"(Marcos 2:5, NTV). Esto provoca la indignación de los maestros de la ley, pero Jesús responde con una pregunta poderosa: "¿Qué es más fácil decirle al paralítico: ‘Tus pecados son perdonados’ o ‘Levántate, toma tu camilla y camina’?"(Marcos 2:9, NTV). Luego, sana al hombre, demostrando Su autoridad tanto para perdonar como para sanar.