DIA 218 - En Él Esperaré
La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - Un pódcast de Julian Gamba

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Hoy estaremos leyendo Job 13 y 14, 2 de Corintios 4 y el Salmo 118:21-29. En Job 13, Job continúa su defensa. Pide a sus amigos que guarden silencio y le dejen hablar con Dios. En el versículo 15, hace una de las declaraciones más poderosas de fe en toda la Biblia: “¡Aunque él me mate, en él esperaré!”. Job está diciendo que aunque no entienda el sufrimiento, seguirá confiando. Pero también clama por respuestas: “¿Cuántos pecados he cometido? Hazme saber mi transgresión y mi pecado” (v. 23).Job no niega que Dios es justo, pero no entiende por qué está sufriendo si ha vivido con integridad.En Job 14, Job reflexiona sobre la brevedad de la vida: “El hombre nacido de mujer es corto de días, y lleno de turbación” (v. 1). Siente que la vida es como una sombra pasajera. Expresa una esperanza lejana y limitada de resurrección: “Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?” (v. 14).Aún en su dolor, Job anhela restauración, aunque no ve todavía toda la revelación de la eternidad.Reflexiona: ¿Has aprendido a confiar en Dios incluso cuando no tienes todas las respuestas? ¿Tu fe es capaz de decir: “Aunque no entienda, seguiré confiando”?En 2 Corintios 4, Pablo habla del poder que llevamos en vasos de barro. Reconoce la fragilidad humana, pero también el poder sobrenatural de Dios obrando a través de nosotros. Dice: “Estamos presionados por todos lados, pero no aplastados; perplejos, pero no desesperados” (v. 8).Y más adelante: “Aunque nuestro cuerpo muere, nuestro espíritu va renovándose cada día” (v. 16).Pablo nos recuerda que todo sufrimiento tiene propósito eterno: “Estas dificultades pequeñas y momentáneas producen en nosotros una gloria eterna que vale muchísimo más que el sufrimiento” (v. 17).Reflexiona: ¿Estás mirando tus pruebas desde una perspectiva eterna? ¿Estás dejando que el sufrimiento te prepare para una gloria mayor?En el Salmo 118:21-29, el salmista celebra la fidelidad de Dios. Dice: “Gracias te doy porque me respondiste; tú eres mi salvación” (v. 21). Luego profetiza sobre Jesús: “La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra principal” (v. 22).Y concluye con gozo: “Este es el día que hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en él” (v. 24).Cada día es una oportunidad para celebrar la fidelidad y salvación de Dios, aun cuando las circunstancias no sean ideales.