DIA 213 - Palabras de Elifaz a Job

La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - Un pódcast de Julian Gamba

Hoy estaremos leyendo Job 3 y 4, 1 de Corintios 15:35-58 y el Salmo 115:11-18. En Job 3, después de siete días de silencio, Job abre su boca… no para maldecir a Dios, sino para maldecir el día en que nació. Su dolor es tan profundo que desea no haber vivido. Este capítulo nos muestra cuán abrumador puede ser el sufrimiento humano, incluso para alguien justo como Job. A veces, el alma se quiebra más allá de lo que podemos soportar.En Job 4, Elifaz, su amigo, le responde. Aunque parece hablar con sabiduría, su discurso está marcado por juicio y una teología equivocada: asume que si Job está sufriendo, es porque ha pecado. Esta actitud refleja lo común que es juzgar sin entender la profundidad del dolor del otro.Reflexiona: ¿Te has sentido como Job, sin comprender por qué estás pasando por tanto dolor? ¿Has juzgado a otros sin saber realmente lo que están viviendo?En 1 Corintios 15:35–58, Pablo responde a las preguntas sobre la resurrección. Usa la imagen de una semilla: lo que se siembra es diferente de lo que se cosecha. Nuestro cuerpo actual es sembrado en debilidad, pero resucitará en gloria. Pablo termina con una proclamación poderosa:"La muerte ha sido devorada en victoria… gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo"(vv. 54-57).Reflexiona: ¿Vives con la convicción de que la muerte no tiene la última palabra? ¿Estás invirtiendo tu vida en lo eterno o solo en lo temporal?En el Salmo 115:11-18, el salmista anima al pueblo de Dios a confiar en el Señor, su ayuda y escudo. Afirma que Dios no se olvida de los que le temen, y bendice tanto al grande como al pequeño. El Salmo termina con un llamado:"Nosotros alabaremos al Señor ahora y siempre. ¡Aleluya!" (v. 18).