DIA 106 - Maldad de Abimelec
La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - Un pódcast de Julian Gamba

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Hoy estaremos leyendo Jueces 9 y 10, Juan 7 y el Salmo 71:1-12. En Jueces 9, vemos la trágica historia de Abimelec, hijo de Gedeón con una concubina, que mata a sus propios hermanos para proclamarse rey. Lo que comenzó con ambición, termina con división, violencia y destrucción. Su reinado no fue dirigido por Dios, sino por egoísmo.En Jueces 9:56, se resume esta historia con una verdad clara:"Así Dios castigó a Abimelec por el mal que había hecho contra su padre al matar a sus setenta hermanos" (NTV).En contraste, en Jueces 10, el pueblo vuelve a caer en idolatría, adorando a los dioses de otras naciones. Pero cuando sufren la opresión, claman a Dios otra vez. Al principio, Dios les dice que clamen a sus ídolos, pero al ver su arrepentimiento genuino, su corazón se conmueve. En Jueces 10:16, dice:"Y el Señor se angustió por la difícil situación de Israel."Dios no se deja manipular, pero cuando hay un corazón quebrantado, Él responde con compasión.Reflexiona: ¿Estás tomando decisiones desde el ego o desde la obediencia? ¿Hay áreas de tu vida donde has vuelto a lo que sabías que no te llena? ¿Estás dispuesto a rendirlo todo y clamar con sinceridad?Juan 7 ocurre durante la fiesta judía de los Tabernáculos. Jesús aparece en medio de la celebración, y su presencia causa conmoción. Algunos lo acusan, otros lo admiran. Él enseña con autoridad, pero muchos no logran entenderlo porque están atrapados en apariencias, reglas y miedo al rechazo.En medio de esa confusión, Jesús lanza una invitación poderosa. En Juan 7:37-38, dice:"¡Todo el que tenga sed puede venir a mí! Todo el que cree en mí puede venir y beber. Pues las Escrituras declaran: ‘De su corazón brotarán ríos de agua viva’" (NTV).Él hablaba del Espíritu Santo. Jesús no vino a ofrecer una religión más, sino una relación que sacia el alma y trae vida interior.Reflexiona: ¿Tienes sed espiritual? ¿Estás escuchando a Jesús en medio del ruido de las opiniones y el miedo al qué dirán? ¿Estás bebiendo de Su fuente?El Salmo 71 es una oración del corazón de alguien mayor, que ha caminado con Dios muchos años, pero que aún enfrenta oposición. En verso 5, declara:"Oh Señor Soberano, solo tú eres mi esperanza; he confiado en ti, oh Señor, desde la infancia" (NTV).