Bienaventuranza plena del alma - Ś.B. 2.2.17

En su estado puro e inmaculado, la entidad viviente alcanza la etapa de plena bienaventuranza. En ese trascendental estado llamado labdhopaśānti no existe la supremacía del devastador tiempo,  tampoco la influencia el ego falso de «soy el señor de todo lo que veo»